Un análisis cuantitativo y cualitativo de la Universidad en el Ecuador, desde la larga noche neoliberal hasta la alternancia capitalista “nacional” y la opción socialista
La Universidad puede definirse, en forma general, como la productora y reproductora de conocimientos, la actividad científica, en riguroso, que se realiza en las Universidades está “encauzada a producir un conocimiento objetivo de las leyes que rigen la estructuración y el funcionamiento de determinado campo de la realidad natural o social” [Agustín Cueva, Teoría Marxista, Ediciones de la revolución ecuatoriana, Ecuador, 2004, Pág. 91]
La Universidad puede definirse, en forma general, como la productora y reproductora de conocimientos, la actividad científica, en riguroso, que se realiza en las Universidades está “encauzada a producir un conocimiento objetivo de las leyes que rigen la estructuración y el funcionamiento de determinado campo de la realidad natural o social” [Agustín Cueva, Teoría Marxista, Ediciones de la revolución ecuatoriana, Ecuador, 2004, Pág. 91]
A nosotros que nos interesa entender el funcionamiento y estructuración de la Universidad: el tipo de universidad, el rol que juega en la sociedad, los sectores sociales que acceden a la misma, la función; al conocimiento, su producción, reproducción y al mismo como espacio público y privado, nos hace falta un principio – como a todo conocimiento- para unir los elementos separados de este mundo universitario y colocarlo al alcance de la razón, exponer un principio que pueda reestablecer la unidad y la totalidad de los fenómenos, para su transformación
Para llegar ha encontrar un principio de unidad y totalidad, que nos permita concatenar los elementos de este mundo universitario –y que además también nos permite concatenarlos con la realidad de: la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano- tenemos que recurrir a Marx, en su tesis 8 sobre Feuerbach dice: “toda vida social es en esencia práctica. Todos los misterios que conducen a la teoría al misticismo encuentran solución en la práctica humana y en la comprensión de esta práctica” [C. Marx y f. Engels, “tesis sobre Feuerbach”, Obras Escogidas, t. III, Pág. 270]. La expresión -en esta sociedad- de la práctica es la lucha de clases, para Marx,: “la totalidad es la sociedad de clases; la negación que forma la base de su contradicción es la negación de las condiciones de clase” [H.C.F. Mansilla, “Sobre la dialéctica de Marx” en Introducción a la Teoría Critica de la Sociedad, Editorial Seix barral, Barcelona, 1970, Pág. 77], la totalidad y unidad es la lucha clases, nada existente en la sociedad clasista escapa a esta realidad-concreta, la producción y reproducción del conocimiento también esta embargado de esta condición, de esta determinación.
Para llegar ha encontrar un principio de unidad y totalidad, que nos permita concatenar los elementos de este mundo universitario –y que además también nos permite concatenarlos con la realidad de: la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano- tenemos que recurrir a Marx, en su tesis 8 sobre Feuerbach dice: “toda vida social es en esencia práctica. Todos los misterios que conducen a la teoría al misticismo encuentran solución en la práctica humana y en la comprensión de esta práctica” [C. Marx y f. Engels, “tesis sobre Feuerbach”, Obras Escogidas, t. III, Pág. 270]. La expresión -en esta sociedad- de la práctica es la lucha de clases, para Marx,: “la totalidad es la sociedad de clases; la negación que forma la base de su contradicción es la negación de las condiciones de clase” [H.C.F. Mansilla, “Sobre la dialéctica de Marx” en Introducción a la Teoría Critica de la Sociedad, Editorial Seix barral, Barcelona, 1970, Pág. 77], la totalidad y unidad es la lucha clases, nada existente en la sociedad clasista escapa a esta realidad-concreta, la producción y reproducción del conocimiento también esta embargado de esta condición, de esta determinación.
Bajo esta perspectiva podemos empezar a analizar la situación actual de la Universidad –que sigue siendo un producto histórico-concreto-. En primera instancia podemos definir el campo de nuestro análisis, éste debe de a atravesar no solo el aspecto institucional, sino también la parte importante de la forma y contenido de los conocimientos, pues singularmente estos son creadores de sentido común y de integración social.
Cabe destacar la importancia de la Universidad en América Latina y lo importante, a su vez, que significa resolver la problemática de la educación superior para nuestro país y para nuestra organización. Entre el 85 y 95% de la producción de conocimientos en Latinoamérica, para los sectores productivos y sociales es suministrada por la Universidad pública latinoamericana, siendo la rectora de la ciencia y la tecnología, desplazando –por mucho- a los sectores privados: las unidades productivas, los institutos de investigación, etc – por supuesto no son muy colosales las investigaciones que se realizan en América Latina, por lo general están asociadas al desarrollo de la Formación Social-Económica de cada país y sabemos que nuestras economías y sociedades viven en dependencia- . Abordar a la universidad además nos compromete a entender su rol de referente de creación de sentido común, de integrador social, su relevancia de frente al gran actor social que contiene: los estudiantes, solo para el año 2006, de trescientos doce mil ochocientos nueve estudiantes [312809], doscientos diecisiete mil doscientos ocho [217208] estarían en las universidades y politécnicas públicas en el Ecuador. En América Latina existen grandes Universidades metropolitanas que absorben a la casi totalidad de los estudiantes universitarios, el caso más significativo es el de la Universidad de Buenos Aires [UBA], o la Universidad Nacional Autónoma de México [UNAM], con presupuestos que alcanzan los 2000 millones de dólares, son en verdad cifras que anuncian la importancia de ésta problemática, pero también la Universidad como referente de sentido común se ha convertido –cada vez más claramente- en un aparato ideológico de las clases dominantes, en una institución que aporta a la manufactura del consenso social, formando los cuadros intelectuales, técnicos y profesionales que producen conocimiento para la clase dominante, solo en el análisis de la oferta de pre-grado de las instituciones universitarias y politécnicas clasificadas por áreas, se destaca Administración y Comercio con un 30.38% del total de la oferta; aquí nos podemos dar cuenta hacia a donde se ha dirigido la producción y reproducción de conocimientos, y sin embargo también podemos hablar de la forma y contenido del conocimiento que se imparte en las Ciencias de la Salud y las Ciencias Sociales que son las siguientes en importancia en la oferta de pre-gradoOferta de Pre-grado
AREAS PROPORCIÓN
Administración y Comercio 30.38%A
grícola y Pecuaria 4.86%
Artes y Arquitectura 0.87%
Ciencias Básicas 3.47%
Ciencias de la Salud 20.57%
Ciencias Sociales 15.71%
Educación 14.84%
Humanidades y Ciencias de la Cultura 0.52%
Tecnologías 8.77%
Oferta de Institutos Superior Tecnológicos
AREAS PROPORCIÓNA
dministración y Comercio 40.72%
Agrícola y Pecuaria 5.87%
Artes y Arquitectura 9.86%
Ciencias Básicas 0.47%
Ciencias de la Salud 1.35%
Ciencias Sociales 4.46%
Educación 6.28%
Humanidades y Ciencias de la Cultura 0.74%Tecnologías 30.25%
Fuente: Archivos del Consejo Nacional de Educación Superior (CONESUP)
Como la producción y reproducción de conocimientos no escapa de la lucha de clases, tampoco puede escapar de las contradicciones propias del capitalismo, su necesidad de socializar el conocimiento y la apropiación individual, minoritaria e irracional de lo producido, han creado situaciones complejas hacia adentro del pensamiento humano, de la sociedad y la naturaleza, tensiones que pueden resumirse en la bancarrota de la racionalización de la sociedad moderna, como dispositivo civilizatorio, la estetización salvaje, la negación de la ciencia occidental, el calentamiento global, etc. No debe de extrañarse que sociedades altamente desarrolladas técnica y científicamente, no encuentren cohesión social en su propio desarrollo, desemboquen en un nihilismo, o en su seno aparezcan nuevas formas aberrantes de religiosidad, no es de sorprenderse que su conciencia social esté totalmente distorsionada; y es que las contradicciones del sistema vuelcan sus esfuerzos hacia la destrucción del mundo, su dispositivo civilizatorio se mantiene pero como un “parásito desmesurado” [Bolívar Echeverría, Vuelta de Siglo, Fundación Editorial “el perro y la rana”, Venezuela, 2007, Pág. 20]
Para nosotros que anhelamos construir el Socialismo, la sociedad en que se desarrolle plenamente el individuo y la sociedad por igual, es necesario emprender la batalla sobre las condiciones de clase en la producción y reproducción del conocimiento, las cosas no pueden seguir así. Cuando Antonio Gramsci habla del partido leninista en el prologo al Príncipe de Maquiavelo dice: “que una parte importante [de los esfuerzos] deberá estar dedicada a la cuestión de una reforma intelectual y moral, es decir a la cuestión de la concepción del mundo […] el nuevo príncipe [hablando del partido leninista] debe ser y no puede dejar de ser, el abanderado y el organizador de una reforma intelectual y moral, lo cual significa [también] crear el terreno para un desarrollo ulterior de la [ciencia, de la] voluntad colectiva nacional-popular hacia el cumplimiento de una forma superior y total de civilización moderna” [Antonio Gramsci, “El partido leninista como el príncipe moderno” en El Príncipe, Editorial Andreus Ltda., Colombia, 1979, Pág. 22] La Universidad debe de cambiar, más que nunca es necesario escuchar las palabras de Gramsci, por cierto Secretario General del Partido Comunista Italiano en la era del fascismo, cuando habla de la necesidad de una reforma intelectual y moral, pero también hay que atender a una pregunta que el se plantea posteriormente: “¿Puede haber una reforma intelectual y moral; es decir, una elevación civil de los estratos deprimidos de la sociedad sin una precedente reforma económica y un cambio en la posición social y en el mundo económico?” [Antonio Gramsci, “El partido leninista como el príncipe moderno” en El Príncipe, Editorial Andreus Ltda., Colombia, 1979, Pág. 23] Sabemos bien que no, que precisamente la forma concreta de presentarse la reforma intelectual y moral es a través de un gran proceso de cambio económico, es el fin en última instancia. Pero, ¿Cómo ha afectado los últimos grandes cambios económico-estructurales a la Universidad, y cómo podemos emprender la gran reforma intelectual y moral, a partir de la Universidad?
En que contexto nos encontramos y que tipo de universidad nos legó la historia Debemos saber que en la reestructuración del modelo de acumulación capitalista en nuestra región, donde el Estado de Bienestar dio lugar al modelo neoliberal de acumulación, las instituciones educativas entraron en un proceso de reforma. La universidad vivió esas reformas con tensiones y resistencias producto de la lucha estudiantil
Como cualquier institución, para analizarla es necesario tener en cuenta que función pretenden darle los sectores dominantes y cuales son las condiciones de lucha al interior de la misma [particularidades de la lucha de clases]. Tener en cuenta cuales son los intereses contrapuestos que se juegan en su constitución.
La universidad se convierte en masiva con carácter público y un terreno donde se expresa la lucha de clases, primordialmente, a partir de la disputa de la producción [que] y apropiación [para quien] del conocimiento La reforma del 18 abre un proceso de democratización que permite el desarrollo de una mirada crítica al interior de la universidad tanto en lo que respecta a su estructura, como a su contenido. Se adquieren niveles de autonomía que permite la profundización de una mirada crítica de la universidad sobre lo producido, al mismo tiempo que limita los condicionamientos de los diferentes gobiernos y sectores con gran influencia en la educación como la iglesia.
Pero que tipo de universidad nos legó el neoliberalismo
Para concebir la universidad después del neoliberalismo, debemos entender a breves rasgos lo que significó ésta forma de acumulación del capital en la era de la derrota del campo popular.
Las reformas del Estado
Es en Chile, con la instauración de la dictadura militar de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973 que el neoliberalismo se abre camino por Latinoamérica, con una operación orquestada por los Estados Unidos, y que le costaría al campo popular serias bajas, maniobra que llevaría el nombre de: Operación Cóndor.
El modelo neoliberal tiene sus pautas de funcionamiento en una economía social de mercado desregulada, con un estado que “achica su influencia” – a nombre de la libertad- o limita su esfera de decisiones y la proyección de políticas públicas. Es así que diversas áreas de la economía dejan espacio al sector privado por encima del público.
A partir de un proceso que implicó transformaciones estructurales para nuestro país y cambios culturales y sociales se construyó un discurso de desprestigio de lo público/estatal ensalzando la “eficiencia” de lo privado
El proceso de des-industrialización, la pérdida de dominio de los recursos estratégicos, se complementó con el crecimiento del endeudamiento externo y la prioridad de envíos de fondos a los organismos multilaterales de crédito, FMI, Banco Mundial, BID, etc, por encima de las necesidades de vastos sectores de la población
Mientras las riquezas producidas en nuestro país y sus recursos estratégicos fueron apropiadas por los sectores de la burguesía vinculados al capital transnacional, el sector más amplio de la población [trabajadores, campesinos, sectores medios, pequeños productores] cayó en niveles de pauperización sin antecedente.
La Universidad en ese contexto
Para nosotros que anhelamos construir el Socialismo, la sociedad en que se desarrolle plenamente el individuo y la sociedad por igual, es necesario emprender la batalla sobre las condiciones de clase en la producción y reproducción del conocimiento, las cosas no pueden seguir así. Cuando Antonio Gramsci habla del partido leninista en el prologo al Príncipe de Maquiavelo dice: “que una parte importante [de los esfuerzos] deberá estar dedicada a la cuestión de una reforma intelectual y moral, es decir a la cuestión de la concepción del mundo […] el nuevo príncipe [hablando del partido leninista] debe ser y no puede dejar de ser, el abanderado y el organizador de una reforma intelectual y moral, lo cual significa [también] crear el terreno para un desarrollo ulterior de la [ciencia, de la] voluntad colectiva nacional-popular hacia el cumplimiento de una forma superior y total de civilización moderna” [Antonio Gramsci, “El partido leninista como el príncipe moderno” en El Príncipe, Editorial Andreus Ltda., Colombia, 1979, Pág. 22] La Universidad debe de cambiar, más que nunca es necesario escuchar las palabras de Gramsci, por cierto Secretario General del Partido Comunista Italiano en la era del fascismo, cuando habla de la necesidad de una reforma intelectual y moral, pero también hay que atender a una pregunta que el se plantea posteriormente: “¿Puede haber una reforma intelectual y moral; es decir, una elevación civil de los estratos deprimidos de la sociedad sin una precedente reforma económica y un cambio en la posición social y en el mundo económico?” [Antonio Gramsci, “El partido leninista como el príncipe moderno” en El Príncipe, Editorial Andreus Ltda., Colombia, 1979, Pág. 23] Sabemos bien que no, que precisamente la forma concreta de presentarse la reforma intelectual y moral es a través de un gran proceso de cambio económico, es el fin en última instancia. Pero, ¿Cómo ha afectado los últimos grandes cambios económico-estructurales a la Universidad, y cómo podemos emprender la gran reforma intelectual y moral, a partir de la Universidad?
En que contexto nos encontramos y que tipo de universidad nos legó la historia Debemos saber que en la reestructuración del modelo de acumulación capitalista en nuestra región, donde el Estado de Bienestar dio lugar al modelo neoliberal de acumulación, las instituciones educativas entraron en un proceso de reforma. La universidad vivió esas reformas con tensiones y resistencias producto de la lucha estudiantil
Como cualquier institución, para analizarla es necesario tener en cuenta que función pretenden darle los sectores dominantes y cuales son las condiciones de lucha al interior de la misma [particularidades de la lucha de clases]. Tener en cuenta cuales son los intereses contrapuestos que se juegan en su constitución.
La universidad se convierte en masiva con carácter público y un terreno donde se expresa la lucha de clases, primordialmente, a partir de la disputa de la producción [que] y apropiación [para quien] del conocimiento La reforma del 18 abre un proceso de democratización que permite el desarrollo de una mirada crítica al interior de la universidad tanto en lo que respecta a su estructura, como a su contenido. Se adquieren niveles de autonomía que permite la profundización de una mirada crítica de la universidad sobre lo producido, al mismo tiempo que limita los condicionamientos de los diferentes gobiernos y sectores con gran influencia en la educación como la iglesia.
Pero que tipo de universidad nos legó el neoliberalismo
Para concebir la universidad después del neoliberalismo, debemos entender a breves rasgos lo que significó ésta forma de acumulación del capital en la era de la derrota del campo popular.
Las reformas del Estado
Es en Chile, con la instauración de la dictadura militar de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973 que el neoliberalismo se abre camino por Latinoamérica, con una operación orquestada por los Estados Unidos, y que le costaría al campo popular serias bajas, maniobra que llevaría el nombre de: Operación Cóndor.
El modelo neoliberal tiene sus pautas de funcionamiento en una economía social de mercado desregulada, con un estado que “achica su influencia” – a nombre de la libertad- o limita su esfera de decisiones y la proyección de políticas públicas. Es así que diversas áreas de la economía dejan espacio al sector privado por encima del público.
A partir de un proceso que implicó transformaciones estructurales para nuestro país y cambios culturales y sociales se construyó un discurso de desprestigio de lo público/estatal ensalzando la “eficiencia” de lo privado
El proceso de des-industrialización, la pérdida de dominio de los recursos estratégicos, se complementó con el crecimiento del endeudamiento externo y la prioridad de envíos de fondos a los organismos multilaterales de crédito, FMI, Banco Mundial, BID, etc, por encima de las necesidades de vastos sectores de la población
Mientras las riquezas producidas en nuestro país y sus recursos estratégicos fueron apropiadas por los sectores de la burguesía vinculados al capital transnacional, el sector más amplio de la población [trabajadores, campesinos, sectores medios, pequeños productores] cayó en niveles de pauperización sin antecedente.
La Universidad en ese contexto
En ese contexto cuales fueron las medidas que se adoptaron con respecto a la Universidad, al conocimiento, a la ciencia y a la tecnología, ¿Cuál fue el resultado de esta aberración? Comencemos enumerando algunos de los efectos más desastrosos para la Universidad y el conocimiento en la era del neoliberalismo:
1. la inversión pública en educación.- se fue reduciendo en forma dramática, para el año 1995 nuestro país destinaba el 3.0% del PIB al total del sector educativo, el más bajo en la región, su descenso siguió sostenidamente hasta el 2002 marcándose un registro del 1.5% del PIB, lo más significativo es que el país llegó a invertir solo el 0.5% de la inversión pública en educación en investigación de ciencia y tecnología –a veces hasta menos- recordemos que estas cifras son solamente nominales y no reales, además que la fuente es muy generosa; con respecto al presupuesto a partir de 1990 se marca un descenso sostenido del porcentaje de inversión en educación, para 1994 marcará un 16.46% y para el 2002 llegó a ubicarse en un 9.5%
PAIS / REGION % DEL PIB
Países industrializados 5.1
América Latina y Caribe 4.5
Países Andinos (Prom.) 4.2
Venezuela 5.2
Colombia 3.5
Ecuador 3.0
Perú 3.8
Bolivia 6.6