miércoles, 28 de octubre de 2009

Los largos apéndices de la CIA





Por María Angostura/ABP Ecuador

Para nadie es desconocido que la CIA desde hace muchos años ha venido trabajando en el Ecuador con el fin de controlar el aparato político y vigilar el cumplimiento de las políticas imperiales a la par de eliminar toda posibilidad de organización y lucha de liberación, ingentes recursos ha invertido en ello. La denuncia más concreta la presento un ex agente de esa organización yanqui Philipe Agge, en un libro que relato la acción en la década de los cincuenta y sesenta. Tampoco para nadie es desconocido que una de sus bases principales de agentes y de información esta en los aparatos represivos del Estado burgués, en su marco actúan.

Pero bien vale intentar ubicar los movimientos que se vienen dando en este sentido y las connotaciones que han traído el que se hayan hecho públicas en el Ecuador la vinculación de funcionarios de la Embajada gringa, la policía y el ejército, pero esta se constituye en una sola de las aristas de la penetración del aparataje de inteligencia del imperio pues está presente el accionar israelí, español, chileno y colombiano principalmente y que en distintas etapas de nuestra historia se han evidenciado.

Tres nombres han saltado a un poco honrosa notoriedad por sus vínculos con la CIA, coronel Mario Pazmiño, capitán Manuel Silva y coronel Haro militar en servicio pasivo del ejército ecuatoriano.

El coronel Mario Pazmiño se mantuvo por más de diez años en la jefatura de inteligencia de las Fuerzas Armadas, sus inicios en este oficio datan de las épocas del gobierno autoritario de León Febres Cordero (Partido Social Cristiano) y que significo la implementación de una escalada de guerra sucia contra los sectores populares y sus organizaciones, este militar prácticamente constituyo el aparato de inteligencia en un ente autónomo y que en el caminar se ha demostrado una prolifera entrega de información a los EE.UU. y al gobierno colombiano, al parecer una de sus tareas principales ha constituido levantar inteligencia y operatividad contra las fuerzas revolucionarias colombianas y dentro de ellas las FARC, tarea que no ha cesado a pesar de haber sido separado del ejército pues hoy cumple un papel político atacando regularmente y supuestamente mostrando la acción de esa fuerza en nuestro país.

Fue acusado por el coronel Jorge Brito de haber sido el inspirador de un organismo paramilitar conocido como legión blanca, que en los inicios del 2001 abuso de una serie de comunicados amenazando a dirigentes de izquierda, periodistas, activistas de los derechos humanos y en este año a intensificado sus comunicados en la misma asquerosa tónica.

Hoy es el invitado regular y principal de ciertos medios de comunicación vinculados a los poderosos grupos económicos y la derecha ecuatoriana, donde vocinglera contra el pueblo colombiano y sus organizaciones.

El capitán Manuel Silva, ex jefe de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Policía, ente igualmente creado y desarrollado a partir de la tiranía de Febres Cordero y que se convirtió en el transcurso de los años bajo la venía y el sustento económico de la Embajada norteamericana, a quien respondía en ordenes no solo este capitán sino todo ese aparataje policiaco, pues para que los miembros de la policía pasen a formar del mismo tenían que contar con el beneplácito de la embajada -léase estación CIA Ecuador- este organismo con Silva a la cabeza principalmente a trabajado por recopilar inteligencia de las organizaciones y personas de izquierda que consideren peligroso para el establecimiento. Su servilismo llega al extremo de entregar todo el respaldo computarizado de esa nefasta acción a la embajada gringa, cuando salto a la luz las vinculaciones de la UIES, dado de baja hoy también con menos notoriedad recorre medios de comunicación serviles al imperio. Se ha denunciado su presencia en Bogotá dos días antes del bombardeo al campamento de Angostura, donde fueron masacrados 26 seres humanos.

El coronel Haro con claros vínculos con el Partido Sociedad Patriótica del defenestrado presidente Lucio Gutiérrez, ingresa en este juego teniendo como sustento el mismo cordón umbilical que une estos tres oscuros personajes, el ataque al pueblo colombiano y al las FARC y a todo lo que signifique solidaridad con ese país. Presuroso formo una comisión para investigar el bombardeo de Angostura y los resultados van en el mismo tono de sus patrones de la CIA, nutrida de la misma información de sus dos anteriores congéneres nombrados y emanadas en el Pentágono y viabilizadas a través de la embajada yanqui en el Ecuador

Tres voces distintas, una sola línea de acción, y el claro cumplimiento de la orden imperial de atacar al pueblo colombiano y sus organizaciones revolucionarias. Por ello no basta con sacarlos de los aparatos represivos o solo evidenciarlos públicamente, si es que realmente existe una voluntad política de acabar de una vez por todas con la penetración de la CIA y diversos organismos de inteligencia foráneos al servicio del capitalismo, se hace necesario cambiar la concepción de seguridad de nuestro país, reestructurar desde las bases mismas las fuerzas armadas y policía. Terminar con los convenios de cooperación y formación de los aparatos de seguridad que existen con Estados Unidos, Israel, Francia, Chile, España y Colombia.