martes, 23 de noviembre de 2010

martes, 16 de noviembre de 2010

La mujer en la jornada del 15 de Noviembre de 1922

Oswaldo Albornoz Peralta
Partido Comunista del Ecuador



Como en toda gran jornada de las luchas populares en el Ecuador, el heroísmo de sus mujeres también estuvo presente en el bautizo de sangre de nuestra clase trabajadora.


La mujer en la jornada del 15 de Noviembre de 1922


La mujer en nuestra patria siempre ha estado presente en sus grandes acontecimientos y en sus grandes combates. Y ha sido en ellos, flor entre espinas y abrojos, sedante en medio del dolor y el sufrimiento.

Está presente en los levantamientos indios de los tiempos coloniales. Las hermanas Manuela y Baltazara Chuiza son condenadas a la horca por haber participado en Guano en la lucha contra el censo general. Lorenza Avemañay, en la rebelión de Columbe y Guamote en 1803, surge como paradigma de combatiente valerosa. Y más tarde, ya en la república, cuando Daquilema se levanta, está a su lado, como capitana de sus huestes, Manuela León, la bella, así retratada por el ojo de la tradición.

También está presente en las luchas emancipadoras. Y desde el alba, desde el inicio. Allí está Manuela Cañizares que, en agosto de 1809, señala con su coraje el camino del futuro. Está Manuelita Sáenz, la Caballeresa del Sol de la novela histórica de Demetrio Aguilera Malta, que en Lima se convierte en conspiradora, y que después, como coronela, acompaña a los ejércitos libertadores por las breñas de los Andes. Está Rosa Campuzano, asimismo Caballeresa y empedernida conspiradora patriota en la capital peruana, y que, además, tiene el mérito de que su nombre haya figurado en el registro secreto de la Inquisición limeña, según nos cuenta don Ricardo Palma en sus Tradiciones peruanas. Está, en fin, doña Rosa Zárate, fusilada y decapitada en Tumaco, en 1813, por su adhesión a la causa de la emancipación americana.

Tampoco podía faltar su presencia en las luchas liberales. Son muchas, muchísimas las mujeres que se cobijan con las banderas del liberalismo y ayudan con fervor para su triunfo. En todas las jornadas: unas veces son transmisoras de comunicaciones y noticias, otras veces acogen y esconden a los perseguidos, no faltan las que apoyan la causa con su dinero, inclusive, algunas toman las armas y participan en la campaña. Unos pocos ejemplos: María Gamarra –la ñata Gamarra– que redime de sus deudas a los conciertos de su hacienda La Victoria para que puedan incorporarse a las guerrillas alfaristas: son los célebres chapulos que durante todo el régimen de Caamaño, sin escatimar sus vidas, combaten al ejército conservador. Después, dos mujeres intervienen directamente en la contienda. Son las coronelas Joaquina Galarza y Filomena Chávez. A la primera, según nos cuenta Eugenio de Janón Alcívar, en su libro El Viejo Luchador, el propio general Alfaro, en pleno combate, le confiere su grado militar por méritos de guerra. Y la segunda, pelea al lado del coronel Zenón Sabando en el verdor de las selvas manabitas, y más tarde, cuando Alfaro es incinerado en las piras de El Ejido, se adhiere a la revolución del coronel Carlos Concha para protestar contra el crimen.

Después de escritas tantas páginas de heroísmo ¿cómo podía estar ausente de los trágicos acontecimientos del 15 de noviembre?

No podía estar ausente. Y allí está, ahora, en forma masiva como pocas veces, en representación de la mujer trabajadora. Está al lado de sus compañeros obreros y artesanos, llevando en sus brazos a sus pequeños hijos para reclamar justos salarios y protestar contra su vida miserable. Tal como en otras ocasiones, la decisión y el valor rubrican todos sus actos. Segundo Ramos, ese gran dirigente obrero, dice que dos mujeres, América Delgado y Tomasa Garcés, esta última con sus cuatro tiernos hijos, junto con veinte trabajadores huelguistas, se tiran a los rieles de la línea férrea y obligan al maquinista a parar el tren junto a sus cuerpos.[1] Una lavandera analfabeta, la negra Julia –se desconoce su apellido– le arroja la bandera nacional a un capitán del ejército y pide que la respete, actitud que desconcierta a los militares y que permite que muchas personas salven sus vidas.[2] Otras como la cocinera María Montaño y la lavandera Sebastiana Peña, se convierten en oradoras y voceras del pueblo. Y así, el coraje brota a raudales, por todas partes.

Pero el precio que cuesta ese coraje es muy alto: según algunas fuentes, el número de mujeres victimadas, va de doscientas a trescientas. Junto a ellos, en muchos casos, sus inocentes y pequeños hijos.

Empero, la participación de la mujer en el 15 de noviembre adquiere mayor relieve, si se toma en cuenta que por primera vez en nuestra historia están presentes dos organizaciones femeninas: los Centros Feministas “La Aurora” y “Rosa Luxemburgo”, a los que queremos rendir homenaje aquí recordando su historia, aunque sea en pocas líneas.

Empecemos por el Centro Feminista “La Aurora”.

Esta organización se establece en Guayaquil el 1° de mayo de 1918, gracias a las gestiones del dirigente obrero Agustín Freire, teniendo como principal objetivo la protección de la mujer. Sus fundadoras, cuyos nombres merecen no ser olvidados, son las siguientes: “Heraclia de Lombeida, Clara Aurora de Freire, Eufrasia Montes, Mercedes de Gutiérrez, Ángela Pincai y las señoritas Genoveva Valenzuela, Abigail Pincai, Ángela Auria, Herminia Gutiérrez, Hortensia Bonoso, Mercedes Candelli y Berta García M.” [3] Su primer directorio es este: presidenta, la señora de Lombeida, tesorera, la señora de Freire y secretaria, la señorita Berta García.

Al año siguiente –1919–, el Centro crea su propio órgano de propaganda: la revista La Mujer Ecuatoriana dirigida por Clara de Freire.

Poco después, en 1920, el Centro “La Aurora” asiste al II Congreso Obrero Ecuatoriano, siendo, por consiguiente, la primera organización femenina que concurre a un congreso obrero, ya que en el I, reunido en Quito en 1909, no está presente ninguna. Sus delegadas son Leonor Mesone de Darquea y María Reyes.

Al principio hay alguna resistencia por parte de la Comisión de Calificaciones para la concurrencia de esta organización femenina, que manifiesta en su informe que el Congreso debe estar constituido sólo por personas que pertenezcan a la clase obrera. Después de alguna discusión es aceptada su delegación, pues se aclara que sus miembros son trabajadoras que han combatido por los ideales obreros y que su Centro, por tanto, pertenece a esa clase. Además, se dice, que su representación será de gran ayuda cuando se trate de los problemas relacionados con la mujer y el niño.

Su actuación, en efecto, es de gran importancia. Se pide que la ley consagre la igualdad del hombre y la mujer por parte de la señora Mesone de Darquea, intervención que es apoyada por la delegada Reyes en la siguiente forma:

“Me adhiero a las palabras de mi distinguida colega, y creo que ya es tiempo de que el Ecuador se penetre y comprenda que a la mujer debe concedérsele amplias facultades en todas las esferas sociales, atenta la igualdad que ha demostrado tener comparativamente con el hombre, en tratándose de sus facultades físicas, intelectuales y morales”.[4]

Se solicita asimismo que se conceda vacaciones a las obreras por un determinado tiempo para la lactancia de los niños. Y se denuncia que se obliga a las obreras a trabajar hasta altas horas de la noche, “con perjuicio, no sólo de la salud de las obreras, sino también de la moralidad”.[5]

Al final, el Congreso acuerda dar apoyo a todas las organizaciones obreras femeninas, formar escuelas y talleres para ellas, adjuntas a las sociedades obreras, exigir el alza de sueldos y salarios para las obreras y empleadas, entre algunas otras reivindicaciones a favor de la mujer trabajadora.

Y por fin, el 13 de noviembre de 1922 –en vísperas de la masacre– el Centro Feminista “La Aurora” envía su adhesión al movimiento obrero e interviene en sus actuaciones, ya sea organizando colectas de dinero o ayudando en múltiples tareas.

El Centro Feminista “Rosa Luxemburgo”.

El nombre puesto a esta organización femenina indica ya la filiación política de izquierda de sus componentes. Rosa Luxemburgo es la heroica luchadora comunista asesinada en Berlín, junto a Carlos Liebknecht, por una bárbara soldadesca. Toda su vida y todo su talento –Franz Mehring dice que es la más genial discípula de Marx– los pone al servicio de la causa proletaria.

El centro se crea en 1921 y forma parte de la Federación de Trabajadores Regional Ecuatoriana que se constituye en octubre de 1922, es decir, en vísperas de la tragedia. Son obreras que trabajan como escogedoras de cacao y café para las firmas que exportan esos productos. Sobre su participación en las jornadas de noviembre el historiador Elías Muñoz Vicuña apunta lo que sigue:

“Merece especial mención la presencia y adhesión a la huelga del Centro Femenino “Rosa Luxemburgo”, que el 15 de noviembre dejó un recuerdo histórico por su heroico papel en esa jornada. Las delegadas del “Rosa Luxemburgo” –las personas que concurren a la Gran Asamblea del día 13 para ofrecer su apoyo al paro acordado– fueron: Rosario González, Mercedes María de Rojas, Otilia Marchán, Clara Rodas, Zoila Posligua, Virginia Sarco, María Santos, Vicenta Rodríguez, Lucelinda Pacheco, Mariana Moncayo y Lidia Herrera”.[6]

También el gran escritor guayaquileño Joaquín Gallegos Lara, en su hermosa novela Las cruces sobre el agua –novela que como toda verdadera obra artística es reflejo de la realidad–, recuerda a esas trabajadoras y pone de relieve su decidida y valiente actuación. He aquí unas líneas, que son históricas, sacadas de ese libro:

–¿Quiénes son esas gallas?

–Del Rosa Luxemburgo.

Cada jornada se formaban comités populares de sostén de las huelgas: Vengadores de Eloy Alfaro, Luz y Acción, Pueblo Monterista, otros. Entre ellos nació uno, de obreras, al cual el viejo artesano Mena, que lo asesoraba, le puso el nombre de la jefe de la revolución alemana de hacía tres años, leído con remota pasión en los diarios. Las del Rosa Luxemburgo hacían colectas para las familias de los huelguistas, cosían banderas rojas, acudían a las asambleas y desfilaban en las manifestaciones, cantando el himno Hijos del Pueblo. El cristal femenino de sus voces dulcificaba el canto viril y hacía más hombres a los hombres.[7]

Muchas de las gallas del “Rosa Luxemburgo”, dada su combatividad, sucumben en la trágica jornada. Sus cadáveres irían a parar en las fosas colectivas o en el fondo del río Guayas. Varias de esas cruces sobre el agua de que nos habla Gallegos Lara, eran cariñosos recuerdos de sus deudos, seguramente.

Sí, es inmensa la cuota de sacrificio de las muchachas del Comité Femenino “Rosa Luxemburgo”, pues el mismo historiador, Elías Muñoz, afirma que el ejército se ceba sobre ellas, pues su decisión, y las banderas rojas que portan, exasperan a la burguesía y a sus servidores.

“Un cronista imparcial” de debilidad mental manifiesta, ya que muestra estupor porque las mujeres intervengan en la jornada, se alegra al afirmar “que el centro “Rosa Luxemburgo” no se reunirá más en Guayaquil”, dando a entender que sus miembros han desaparecido. ¿Y cómo no iban a desaparecer, si según él, “la tropa ha disparado como con medida: los tiros justos para hacer el efecto necesario”?[8]

Su sacrificio, y el de las otras mujeres que mueren a su lado, no es estéril. Es ejemplo y semilla. Pronto, con igual coraje estarán nuevamente presentes en las luchas por nobles ideales. Nela Martínez, Luisa Gómez de la Torre, Isabel Herrería, Ana Moreno, Alba Calderón, Nelly Cereceda, Laura Almeida, Dolores Cacuango, Tránsito Amaguaña y muchas otras, levantaron la misma bandera justiciera.

No, su sacrificio no es estéril, es ejemplo y semilla, repetimos.


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[1] Segundo Ramos, Rasgos salientes de la tragedia histórica de noviembre de 1922, Litografía e Imprenta de la Universidad de Guayaquil, Guayaquil, 1983, p. 5.

[2] Isabel Herrería y Ketty Romoleroux, Noviembre de 1922: El proceso penal contra el pueblo de Guayaquil, Editorial de la Universidad de Guayaquil, Guayaquil, 1989, p. 15.

[3] José Buenaventura Navas, Evolución Social del Obrero en Guayaquil, Imprenta Guayaquil, Guayaquil, 1920, p. 53.

[4] Actas del II Congreso Obrero Ecuatoriano, Tipografía y Litografía de la Sociedad Filantrópica del Guayas, Guayaquil, 1921, p. 83.

[5] Ídem, p. 64.

[6] Elías Muñoz Vicuña, El 15 de noviembre de 1922. Su importancia histórica y sus proyecciones, Departamento de Publicaciones de la Facultad de Ciencias Económicas, Guayaquil, 1978, p. 61.

[7] Joaquín Gallegos Lara, Las cruces sobre el agua, Ediciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Guayaquil, 1946, pp. 202-203.

[8] Un historiador, Para la historia. El 15 de noviembre de 1922, Imprenta El Ideal, Guayaquil, 1922, p. 23.

El 15 de Noviembre de 1922

Oswaldo Albornoz Peralta
Partido Comunista del Ecuador



 
El 15 de Noviembre de 1922 siempre será recordado como una fecha gloriosa en la historia de las luchas populares y de lo que es capaz la oligarquía para reprimirlas.

Una oligarquía voraz y sin escrúpulos

Sobre la sangre de Eloy Alfaro -como recompensa del crimen- se encarnó en la cima del poder una oligarquía voraz e inescrupulosa compuesta de grandes comerciantes y de jerarcas de la banca. El banquero Urbina Jado, gerente del Banco comercial y Agrícola, era el jefe máximo de ese círculo de osados negociantes.

En los diez años que van desde el crimen de El Ejido al crimen del 15 de Noviembre de 1922, tres presidentes gobernaron el Ecuador, todos ellos, en cuerpo y alma, hombres de Urbina Jado y miembros prominentes de esa nefasta oligarquía.

El general Leonidas Plaza, gran terrateniente merced a un matrimonio de conveniencia con una aristócrata serrana, tuvo que recurrir al dinero del mago de las finanzas para poder vencer a los valientes guerrilleros conchistas. No en vano era la espada de la oligarquía. Ya alguna vez había pensado -como cuenta el historiador Roberto Andrade- ocupar la gerencia de su banco en Quito, como pago a sus servicios.

Alfredo Baquerizo Moreno pertenecía a una familia de grandes latifun­distas y comerciantes. El sociólogo Manuel Chiriboga afirma que ya en 1890 era dueño de 8 propiedades en Milagro y de 500.000 árboles de cacao.[1] Aparte de esto, su hermano Rodolfo era un gran comerciante importador vinculado a poderosas compañías extranjeras. Su otro hermano Enrique, era accionista y dirigente de la célebre Asociación de Agricultores del Ecuador.

Y Luis Tamayo, el presidente de la matanza, fue desde sus inicios un ejemplar burócrata de esa oligarquía, llegando a ser abogado de confian­za del Banco Comercial y Agrícola.

Estos empresarios -pues todos eran de empresa y de presa- gobernaron para su propio beneficio, para lo cual dictaron una serie de leyes y medidas encaminadas a la consecución de ese objetivo. En 1914 se dictó la Ley de inconvertibilidad de billetes en oro -llamada la moratoria general­mente- que permitió que el banco de Urbina emitiera billetes sin respaldo para hacer préstamos a los gobiernos y así ganar los intereses, llegando a ascender la deuda del Estado a la astronómica suma de 21.800.000 de sucres solamente a esa institución financiera, Se creó la Asociación de Agricul­tores con la asignación de tres sucres por cada quintal de cacao exportado y la Compañía del Litoral que monopolizó la producción de azúcar y tabaco, empresas ambas que tenían como accionistas o socios a la élite de la oligarquía costeña y que se hallaban íntimamente ligadas al mismo Banco Comercial y Agrícola. Y así, otras prebendas más, que sería largo enumerar.

Consecuencia de todo esto fue la gran concentración de la riqueza en manos de esa oligarquía, vale decir, en manos de contadas personas. “La nación era una gran pirámide humana de explotadores y explotados -dice el escritor Belisario Quevedo-, su base va del Carchi al Macará y en su cima descansan dulcemente cuatro docenas de familias privilegiadas”.[2]

Hambre y miseria popular

Una vez terminada la primera guerra mundial las ganancias de la oligarquía cacaotera comenzaron a disminuir, pues el imperialismo, al que se servía con tanta devoción, bajó el precio del cacao para resarcirse, a costa de nosotros, de las pérdidas causadas por el conflicto bélico. Pero los serviles oligarcas, en lugar de protestar contra el verdadero causante de sus tribulaciones, echando la culpa a la aparición de la escoba de la bruja como causa fundamental para la disminución de entradas, cargaron sobre las espaldas del pueblo todo el peso de la crisis.

Los precios de la libra de cacao en Nueva York bajaron de esta forma:

Enero de 1920          26 centavos oro

Abril de 1920            24 -"-

Julio de 1920             20 -"-

Octubre de 1920       14 -"-

Enero de 1921           11 -"-

Julio de 1921             9, 75 -"-

Diciembre de 1921    9,5 -"- [3]

Según el banquero Emilio Estrada, la venta de cacao produjo s/.49.891.000 en 1920 bajando a s/.26.320.000 en 1922, es decir, a cerca de la mitad. Así, en esta cuantiosa suma, nos perjudicaron los monopolios extranjeros.

Mas, para no perjudicarse ellos, los oligarcas recurrieron a la devaluación de la moneda, pues así recompensaban, percibiendo más sucres, por la menor cantidad de dólares que recibían. De s/.2,80 que valía el dólar en 1918 subió a s/.4,00 en 1920 (cambio oficial). Se justificó este hecho con la cantaleta tantas veces repetida de que era una medida necesa­ria, imprescindible para fomentar las exportaciones y salvar la economía nacional.

La devaluación anotada, como sucede siempre, produjo una gran subida de los precios de los productos de primera necesidad, poniéndose fuera del alcance de las masas populares. "Estos artículos (carne, arroz, manteca, fréjoles, papas, cebollas, fideos, azúcar y muchos otros) son producidos en el país y sin embargo -se dice en un periódico obrero de la época- con el pretexto de la maldecida guerra europea, subieron los precios y ahora permanecen esos precios subidos".[4] Mientras tanto, los salarios de obreros y campesinos permanecieron estables. Además, se aumentó inmensamente la desocupación, sobre todo en el campo, que obligó a una gran cantidad de sus pobladores a emigrar a Guayaquil en busca de sustento.

La escalada de los precios, no sólo se debía a la devaluación monetaria, sino también a la inflación producida por la emisión de grandes cantidades de billetes sin respaldo por parte del Banco Comercial y Agrícola.

El hambre y la miseria, en suma, estaban presentes en todas partes. El pan faltaba en todos los hogares proletarios.

Ante una situación de tal naturaleza, como era de esperarse, el descontento creció y llegó a su clímax. El pueblo y sus organizaciones, se decidieron a reclamar sus derechos.

La huelga y la matanza

Para la época de los acontecimientos de noviembre, el movimiento obrero de Guayaquil había progresado bastante. Se habían creado una serie de nuevos organismos, algunos de los cuales ya eran sindicatos, que venían a reemplazar a las antiguas agrupaciones mutualistas. Ideológica­mente, como efecto de la grandiosa Revolución de Octubre, se sentía su influencia y se expandían las ideas socialistas.

Esto explica que hayan intervenido en la huelga más de medio centenar de organizaciones, número crecido para ese tiempo.

El movimiento se inició con la huelga de los ferroviarios de Durán que, entre otras reivindicaciones, reclamaban el alza de salarios y el respeto a la ley que establecía la jornada de ocho horas. Después de una lucha decidida y con el apoyo popular y de las tres centrales que existían -la Federación de Trabajadores Regional Ecuatoriana, la Asociación Gremial del Astillero y la Confederación Obrera del Guayas- se pudo conseguir una magnífica victoria, no obstante la tenaz oposición del gobierno y de la compañía extranjera que regentaba el Ferrocarril.

El éxito obtenido enardeció los ánimos. Los trabajadores de las empresas de Carros Urbanos y los de Luz y Fuerza Eléctrica pidieron también el alza de salarios y el respeto de la jornada de ocho horas, y pronto plegaron otras organizaciones y la huelga se hizo general, adquiriendo un inequívoco contenido político. Los huelguistas llegaron a tener un gran poder en la ciudad, hecho que naturalmente alarmó a la oligarquía, que desde entonces no paró en medios para derrotar a sus contrarios.

Primero, maniobró arteramente para torcer los objetivos de la huelga. Mediante sus agentes y una gran campaña de prensa, la burguesía planteó como única medida para remediar la miseria popular la incautación de giros y la baja del cambio, argumentando -viejo y mañoso argumento- que con el alza de salarios sólo se conseguiría la elevación de los precios de todos los productos, iniciándose así una incontenible espiral inflacionaria. Esta tonta tesis, ya destruida científicamente por Marx en el siglo pasado, gracias a la inexperiencia y al escaso desarrollo de la conciencia de clase de nuestros trabajadores, logró imponerse y ser aceptada por la mayoría en una gran asamblea reunida el día 13 de noviembre. Esta resolución -que favorecía los intereses de los importadores principales gestores de la maniobra- fue puesta en conocimiento del gobierno. Ya no quedaba otra cosa, sino esperar los resultados.

Empero la oligarquía no estaba contenta todavía. Sigilosamente las autoridades reunieron grandes contingentes militares, y se ordenó al jefe de zona, general Barriga, que restableciera la tranquilidad de Guayaquil cueste lo que cueste, que equivalía a decir, mediante la violencia y con las armas. Y efectivamente, el día 15 de noviembre, cuando una imponente manifestación se dirigía a la gobernación a informarse sobre la aceptación del acuerdo por parte del gobierno, fueron infamemente masacrados por soldados y policías, ayudados por la burguesía que disparaba desde los balcones, con tal alevosía, que asesinaron sin ninguna compasión a niños y mujeres indefensos.

La masacre fue horrorosa, y más de mil víctimas según se calcula, fue el precio de la rebeldía del pueblo. Por la noche, para esconder el crimen, los cadáveres fueron arrojados a la ría. La tranquilidad requerida por Tamayo, se había conseguido.

Más tarde, en un Informe del Ministro del Interior presentado al Congreso de 1923, se diría con descaro que se había salvado a la patria!

Varias causas llevaron a este cruel desenlace. Había inmadurez ideológica, pues aún tenían fuerte raigambre las concepciones burguesas y anarquistas. La clase obrera carecía de un partido político marxista, es decir, de una vanguardia capaz para conducir la lucha. No existía unidad en escala nacional, razón por la que la huelga tuvo que circunscribirse a la ciudad de Guayaquil. Y, por último, los campesinos permanecieron alejados del combate, por no haberse establecido una verdadera alianza obrero-campesina.

La sangre derramada el 15 de Noviembre, sin embargo, no fue vana. Ese combate constituye una gran experiencia histórica, no sólo como ejemplo de heroísmo, sino como principio de una nueva etapa del desarrollo obrero, que impulsó su progreso orgánico e ideológico. Por esto, esta gloriosa fecha, no será olvidada nunca.

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[1] Manuel Chiriboga, Jornaleros y gran propietarios en 135 años de exportación cacaotera (1790-1925), Consejo Provincial de Pichincha, Quito, 1980, p. 175.

[2] Belisario Quevedo, Sociología, Política y Moral, Editorial Bolívar, Quito, 1932, p. 87.

[3] Elías Muñoz Vicuña, El 15 de Noviembre de 1922. Su importancia histórica y sus proyecciones, Departamento de Publicaciones de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Guayaquil, Guayaquil, 1978, p. 21.

[4] El Proletario Nº 22, Guayaquil, 12 de junio de 1921.

viernes, 12 de noviembre de 2010

¡ ¡ ¡ CAMARADA EDWIN PÉREZ: PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE ! ! !



¡ ¡ ANTE EL ALTAR DE NUESTROS MUERTOS, HEMOS JURADO VENCER, VENCEREMOS ! ! !

jueves, 11 de noviembre de 2010

Notas periodísticas sobre la muerte del Secretario General de la Juventud Comunista, c. Edwing Perez Chevez

Agonizó 15 días en un hospital de Guayaquil (EL EXTRA)

¡Murió Secretario de Juventud Comunista!

La víctima fue agredida el pasado 25 de Octubre, por otro estudiante universitario. Las causas del hecho estarían ligadas con las elecciones de la FEUE.

 

Nunca se pudo despertar del profundo estado de coma. Pasó 15 días agonizando en una cama de la clínica Kennedy a causa de la fractura cráneo - encefálica que se originó a raíz de un fuerte golpe que recibió.

Cerca de las 17:00 del lunes, Édwin Neptalí Pérez Chévez falleció sin poder despedirse de sus familiares y compañeros del partido estudiantil por el que prácticamente entregó la vida.

El abogado Pérez, quien fue secretario nacional del movimiento Juventud Comunista del Ecuador, fue agredido violentamente la tarde del pasado 25 de octubre, cuando salía de las instalaciones de la Facultad de Jurisprudencia.

Los testigos del hecho aseguran que Neptalí Ramírez se habría acercado al dirigente estudiantil para insultarlo y hacerle reclamos. En el momento en que Édwin se disponía a dialogar con el reclamante, este le propinó un puñetazo.

El abogado habría caído pesadamente al pavimento y, al parecer, de esa forma se le produjo la lesión. La víctima fue trasladada de inmediato a una casa de salud en la que fue intervenido quirúrgicamente, pero no presentó ningún tipo de mejoría.

El paciente fue puesto en la sala de terapia intensiva en donde sus allegados solo pudieron constatar cómo se deterioraba su salud hasta que dejó de existir.
Problema político

La agresión mortal contra Édwin se habría producido en medio de los conflictos en la Facultad de Jurisprudencia por las elecciones locales de la FEUE.

Pérez Chévez representó como abogado a los estudiantes de la lista B y consiguió que se anulara la resolución de las elecciones que daban como ganador al candidato de la lista A, a través de un fallo judicial. 
En este sentido las votaciones debían repetirse.

Neptalí Ramírez, presunto autor de la agresión, habría huido de la universidad sin conocerse mayor información sobre su paradero.

Los miembros del movimiento Juventud Comunista del Ecuador realizaron un plantón en la Universidad de Guayaquil para repudiar el violento hecho.

Los representantes de dicho partido universitario enviaron un boletín a la prensa en el que “exigían la inmediata investigación, captura y juzgamiento al contra, Ramírez”, a quien le atribuyeron el alias de “Alacrán”.

Además, en la circular calificaron al imputado como “mercenario de la política, disfrazado de estudiante” y lo vincularon con los partidos Sociedad Patriótica y Madera de Guerrero, sin que esto se haya comprobado.
Por su otra parte, el gobernador del Guayas, Roberto Cuero, dio sus condolencias a la familia del fallecido y expresó que Édwin Pérez fue “victimado por los seudodirigentes del MPD, que son tontos útiles de la derecha”.


Lo velaron en la Universidad

El occiso fue llevado a la morgue de Policía y sus deudos llegaron la mañana de ayer para retirarlo. Amigos, colegas y dirigentes del movimiento estudiantil al que pertenecía el finado también se hicieron presentes en el lugar. 

En las instalaciones del Departamento de Medicina Legal,  los allegados al fallecido no quisieron emitir ningún tipo de comentario sobre la agresión y posterior muerte de Pérez. 

El féretro del abogado emergió del anfiteatro y su seres queridos utilizaron banderas rojas y camisetas para evitar que fuera visto. 

A renglón seguido, los restos de Pérez Chévez fueron llevados al  auditorio de la Facultad de Jurisprudencia en donde los miembros de Juventud Comunista del Ecuador le dieron el último adiós ondeando estandartes y pronunciando arengas del partido.

En medio de los momentos de dolor que se viven entre los estudiantes de derecho, los manifestantes a favor del dirigente universitario Marcelo Rivera continúan apostados en la entrada a la Universidad de Guayaquil, en huelga de hambre.

La situación que se vive en el alma mater aún no es estable, con la presencia de los partidarios de la FEUE que exigen la liberación de su líder, quien fue sentenciado a tres años de reclusión por agredir al rector de la Universidad Central de Quito.


Notas periodísticas sobre la muerte del Secretario General de la Juventud Comunista, c. Edwing Perez Chevez



Muere dirigente que fue herido en universidad (EL TELEGRAFO)

Los restos de Edwing Pérez son velados en el paraninfo de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Estatal de Guayaquil.
FOTO: MARCOS PIN /EL TELÉGRAFO

Los restos de Edwing Pérez son velados en el paraninfo de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Estatal de Guayaquil.

Tras estar 16 días en coma, fallece Edwing Pérez, quien fue secretario de la Juventud Comunista.



La Universidad Estatal de Guayaquil se vistió de luto. El secretario nacional de la agrupación Juventud Comunista del Ecuador, Edwing Pérez, falleció la madrugada de ayer, tras permanecer 16 días en coma, como consecuencia de una agresión que sufrió en el interior del recinto universitario.

Cubierto con una bandera roja, distintiva de su agrupación, el cuerpo de Pérez fue trasladado la mañana de ayer al paraninfo Rafael Brito Mendoza, de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil, donde hasta hoy será velado.

En medio de un cortejo fúnebre, presidido por su madre, hermana, familiares y amigos, el extinto dirigente, de 37 años de edad, fue recibido con honores y cánticos por los miembros de Juventud Comunista, quienes coincidieron en una petición: que se haga justicia por su muerte.

Según testigos, Pérez fue agredido el pasado 25 de octubre por Neptalí Ramírez Loor, alias el “Alacrán”, quien durante una discusión lo golpeó en la cabeza con una barra de hierro y lo dejó inconsciente. El hecho ocurrió afuera de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil.

El mismo día, Pérez fue intervenido de urgencia en la clínica Kennedy, donde permaneció en estado de coma hasta el momento de su deceso -ocurrido ayer- a causa de una parálisis cerebral. Mientras tanto, Ramírez fue demandado ante la Fiscalía del Estado por familiares y amigos de la víctima, pero al momento se encuentra prófugo y su paradero es incierto.

Un “crimen político”

Los miembros de Juventud Comunista del Ecuador afirman que esta agresión es un hecho de venganza, ya que Pérez, abogado de profesión, asesoró a los candidatos de la Lista B, que obtuvieron un fallo judicial a su favor mediante el cual se ordena anular las elecciones de la Federación de Estudiantes del Ecuador, en Guayas (FEUE), realizadas el pasado 9 de julio y se ordena que se convoque a nuevos comicios.

Esta resolución, emitida el 19 de octubre, según Francisco Eduarte, candidato de la Lista B, iba en contra de la directiva de la Liga Deportiva Universitaria (LDU), de la cual Ramírez es vicepresidente, ya que respaldaba a los candidatos de la Lista A que ganaron las elecciones.

Por ello, ahora los dirigentes estudiantiles de la Universidad se encuentran enfrentados y los de la Lista B califican la muerte de Pérez como un crimen político.

Sin embargo, Daniel Cuéllar, actual presidente de la FEUE-Guayas, días atrás negó que el hecho esté vinculado al fallo judicial y consideró que la riña se dio por asuntos personales.

El Consejo Universitario tenía previsto sesionar la tarde de ayer y tratar sobre el fallo judicial, que fue apelado el 22 de octubre por el rector de la Universidad, Carlos Cedeño.

Òscar Ayala, presidente de la Asociación Escuela de Derecho, exhortó al Consejo a honrar la muerte de Pérez y convocar de inmediato a los comicios.
Hermana pide justicia

En medio del dolor, la hermana del fallecido dirigente, Ivonne Pérez, solo clamó por justicia, mientras las lágrimas bañaban sus mejillas.

Hasta el paraninfo se hizo presente el funcionario del Ministerio Coordinador de la Política, Luis Monge, quien se solidarizó con la familia de la víctima y afirmó que el Gobierno estará pendiente de este caso.

Monge, además, atribuyó la muerte de Pérez a la “politiquería que quieren insertar los grupos políticos para mantener el dominio sobre estos territorios universitarios”.

El funcionario exhortó al rector Carlos Cedeño a responder por este acto violento ocurrido dentro del recinto universitario.
El gobernador del Guayas, Roberto Cuero, también tenía previsto acudir al velorio.

Redacción Actualidad
actualidad@telegrafo.com.ec

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Compañero Edwing,

Hoy empieza la más importante de sus tareas como revolucionario,
En este día asume la misión más importante de su vida,
Sin duda alguna la más trascendental que el Partido y la Juventud le ruegan!!!
Camarada, ahora tiene la obligación de ser nuestro más limpio REFERENTE.

Como siempre, Usted ya ha empezado con la tarea
Ha querido cumplirla antes que se la comuniquen
Así que en esta nueva labor permítame ayudarle compañero,
Déjeme contarle que Usted ya vive en nuestra mente y nuestro corazón de comunistas.

Entonces, estoy seguro me contestaría,

Misión cumplida!!!

Gracias Edwing.


Atentamente,
Diego Romero.

Camaradas, Amigos del Partido Comunista del Ecuador

Lamentablemente debo comunicar que en horas de la mañana el Partido y la Juventud Comunista del Ecuador perdió a un gran militante al Camarada Edwin Pérez, Secretario General de la Juventud Comunista del Ecuador, por consecuencias de la brutal y cobarde agresión que sufrió en días anteriores.

Este atentado contra el Secretario General de la JCE no es un hecho aislado del contexto político nacional y universitario puesto que, en el primer escenario, el camarada Pérez junto con el PCE y JCE había tenido una activa participación en la movilización popular de rechazo contra el intento de golpe de Estado del pasado 30 de Septiembre y en el segundo, se encuentra pendiente la repetición de las elecciones de la FEUE filial Guayaquil dispuesta por una sentencia judicial dentro de una acción de protección que los sectores progresistas de la Universidad de Guayaquil interpusieron ante los oscuros resultados en los cuales el Movimiento Independiente Universitario (Partido Social Cristiano-Madera de Guerrero)-MPD habían “ganado las elecciones”. Precisamente, el cobarde agresor de nuestro compañero ha participado siempre como mercenario de estos grupos de la más recalcitrante derecha guayaquileña y en este proceso electoral universitario funge como candidato a Vicepresidente de Liga Deportiva Universitaria LDU por la lista del PSC-Madera de Guerrero-MPD.

Hoy más que nunca camaradas tenemos que redoblar nuestras filas y mantenernos alertas y vigilantes contra los enemigos de clase. Este cobarde asesinato no nos amedrentará seguiremos luchando por nuestros grandes objetivos la revolución y el socialismo.

El Camarada Edwin Pérez nos hereda su ejemplo de lucha y Combate, comprometiéndonos a todos los militantes Comunistas a seguir en la lucha de nuestros ideales.

Vladimir Paguay

Ex-secretario General de la Juventud Comunista del Ecuador

Luto en las filas comunistas. Edwing Perez Chevez Secretario General de la Juventud Comunista del Ecuador ha muerto


En la Ciudad de Guyaquil, a las 4:00 de la mañana, del día 10 de noviembre del año en curso, en la Clinica Kennedy, después de luchar varias semanas contra la muerte, con el indoblegable espiritu de un combatiente comunista, Edwin Perez Chevez, Secretario General de la Juventud Comunista del Ecuador murió. Su última lucha fue heroica, la fuerza de sus camaradas le devolvian a la vida, pero las heridas sufridas por el criminal atentado de la derecha fueron más graves, el estado de salud de nuestro Secretario General iba empeorando con el tiempo, el 8 de noviembre su muerte era inminente, fue declarada la muerte cerebral, su cuerpo había resistido todo cuanto pudo

Sus familiares, camaradas, y amigos recuerdan con afecto y fervor combativo las palabras de Edwing, su firmeza militante, su amor al partido, su coherencia, su afecto a las causas nobles y sinceras del Pueblo Ecuatoriano

El criminal atentado de la derecha los mató, lo criminales quieren enquistarse en varios espacios del campo popular para desde esas trincheras minar el proceso de radicalización de la Revolución Ciudadana, esgrimiendo sofismas seudo-revolucionarios o abiertamente opositores al proceso de transformación política, ellos son los culpables de la muerte de Edwing

Como Secretario General del Juventud Comunista de Ecuador, Edwing Perez, venía avanzando en la organización y fortalecimiento de posiciones democráticas y de izquierda en todos los sectores populares del Ecuador, participaba del proceso de democratización de la Universidad ecuatoriana, del fortalecimiento de los espacios de representación estudiantil, de la reorganización de la juventud trabajadora, y es el primer responsable de las heroricas jornadas de los jóvenes comunistas el 30 de septiembre, era un  militante integro, su familia era el Partido, su amor era el Partido, su vida era el Pueblo Ecuatoriano, sus amigos, sus verdaderos amigos son los camaradas del Partido.

Por nuestros muertos, ni un minuto de silencio toda una vida de combate!!!
Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos!!!!


Juventud Comunista del Ecuador


Solicitamos a todas la organizaciones nacionales e internacionales remitirse para más información a las páginas de la Juventud Comunista del Ecuador: jcepichincha.blogspot.com, juventudcomunistaguayas.blogspot.com, jotaceazuay.blogspot.com, jcecuador.org




jueves, 4 de noviembre de 2010

El canciller Ricardo Patiño se solidariza con la Juventud Comunista del Ecuador






FOTO: MARCOS PIN/EL TELEGRAFO






En Guayaquil, el día 30 de octubre de 2010, el canciller del Ecuador, Ec. Ricardo Patiño, en una visita solidaria se entrevisto con la familia de Edwing Pérez y dirigentes del Partido Comunista del Ecuador. En dicha reunión Patiño reafirmó el compromiso del Gobierno con los familiares, condenó el acto criminal y manifestó que el Gobierno de la Revolución Ciudadana hará todo lo posible para que el estado de salud del Secretario General de la Juventud Comunista del Ecuador mejore, y de ser necesario cubrirá los gastos del tratamiento médico en el exterior.




Con ello se siguen sumando voces a una causa justa: condenar y procesar el acto criminal de los aparatos de derecha que aun sobreviven en las universidades del Ecuador y a la persecución selectiva que ha emprendido la derecha oligárquica-dependiente.




Otras organizaciones sociales presentaron su apoyo, entre estas la FEUE Democrática de Cuenca, Confederación de Trabajadores del Ecuador CTE, Frente Democrático Universitario- UCE Quito. De esta manera se demuestra la calidad humana y revolucionaria de las organizaciones de izquierda.




lunes, 1 de noviembre de 2010

Comunicado de solidaridad de la Juventud Comunista del Perú - Patria Roja


COMUNICADO DE SOLIDARIDAD Y JUSTICIA FRENTE A LA BRUTAL AGRESIÓN HACIA EL SEC. GRAL DE LA JCE




La Juventud Comunista del Perú – Patria Roja manifiesta su solidaridad e indignación frente al atentado contra el camarada Edwin Pérez, Sec. Gral. de la Juventud Comunista del Ecuador (JCE), que se encuentra en estado de coma.

Esta cobarde agresión perpetrada por elementos vinculados a las organizaciones reaccionarias “Sociedad Patriótica” y “Madera de Guerrero”, no puede generar más que rechazo y condena por parte de los revolucionarios del mundo, por lo que exigimos a las autoridades ecuatorianas la celeridad de las investigaciones y procesos legales.

Extendemos nuestros más sinceros sentimientos de fraternidad y lucha a los camaradas de la JCE y a la familia de Edwin Pérez, de quienes nos ponemos a disposición. En la valentía de Edwin Pérez, la JC del P – PR se identifica.



¡Alegres, Rebeldes y Combativos por la Revolución y el Socialismo!



Lima, Perú

Octubre 2010



Marco Sipán
Secretario General






Atentando criminal contra el secretario general de la Juventud Comunista del Ecuador


Con profunda indignación hemos conocido el cobarde atentado contra la vida e integridad del camarada Edwing Pérez Chévez, Secretario General de la Juventud Comunista del Ecuador. Fuerzas oscuras que están plenamente identificadas perpetraron la agresión el pasado lunes 25 de Octubre.

Estos hechos criminales se dan en el contexto del fallido intento de golpe de estado de los sectores más reaccionarios del establecimiento ecuatoriano. La JCE viene avanzando significativamente en los espacios de la vida pública, especialmente en el movimiento estudiantil, situación que la viene exponiendo a este tipo de ataques de quienes se oponen al proceso de cambio y democratización del país.

El estado de salud del camarada Edwing es delicado después de haberle practicado una cirugía de alto riesgo. Confiamos en su fortaleza física y mental que sin duda lo sacará adelante. Estamos seguros que la dirección nacional de la JCE y su militancia no se dejarán amedrentar por las amenazas y la persecución. A su familia y seres queridos queremos transmitirles nuestra voz de aliento y solidaridad. Sabemos que muy pronto tendremos a Edwing entre nosotros con su natural claridad, alegría y sencillez.

Exigimos de las autoridades ecuatorianas castigo a los responsables y exhortamos a todas las fuerzas vivas y democráticas nacionales e internacionales a denunciar estos deplorables hechos, como también a estar a alertas ante posibilidad de nuevas acciones delincuenciales contra los hermanos comunistas ecuatorianos.


COMITÉ EJECUTIVO CENTRAL

Bogotá D.C. Octubre 28 de 2010

COMITÉ EJECUTIVO CENTRAL

Juventud Comunista Colombiana





Comunicado de solidaridad contra el intento de asesinato del Secretario General de la JCE

 
 
 
Caracas, 27 oct. 2010, Prensa JCV.- La Juventud Comunista de Venezuela (JCV) envía sus más sentidas palabras de solidaridad a la Juventud Comunista de Ecuador (JCE) por el atentado realizado al camarada Edwing Pérez Secretario General de la JCE, el cual fue víctima de una vejación que perseguía acabar con su vida.

Exigimos celeridad en la investigación de este intento de asesinato que tiene claras connotaciones políticas, siendo producto de la desesperación en que sectores reaccionaros de la derecha en la universidad de Guayaquil han caído debido a una resolución judicial que demanda la repetición de las fraudulentas elecciones de la FEUE avaladas por una mayoría del Consejo Universitario, en las que el presunto agresor resultará ser acreditado como miembro de dicha Federación.

La justicia ecuatoriana debe aplicar todo el peso de la ley por el intento de asesinato al presunto indiciado estudiante de Jurisprudencia llamado Neptalí Ramírez, conocido con el alías “el alacrán”, elemento mercenario de la política vinculado a los movimientos Sociedad Patriótica y Madera de Guerrero, así como a las Fuerzas Democráticas Auténticas de la Universidad.

Hacemos un llamado a la militancia revolucionaria para la construcción de la más amplia y solida unidad estudiantil con la intención de impedir que vuelvan a ocurrir hechos, como el acontecido en la tarde el lunes 25 de octubre de 2010, al egresado de la Facultad de Jurisprudencia y Secretario General de la Juventud Comunista del Ecuador Edwing Pérez, que lo llevo a ser intervenido en la clínica Kennedy en donde se le practicó una cirugía de alto riesgo.

Le enviamos un mensaje lleno de solidaridad y combatividad al camarada Edwin Pérez, y a toda su familia, de parte toda la militancia de la JCV, ningún militante comunista esta solo en esta lucha contra el sistema capitalista y sus esbirros, estamos dispuestos a dar la vida por nuestros ideales y no permitiremos agresiones de ningún tipo en contra de nuestros camaradas y hermanos ecuatorianos.

Juventud Comunista de Venezuela