Por José Molina, miembro de la Juventud Comunista del Ecuador
Como conservar estas palabras sin llegar a ofender a ningún militante del PCMLE, JRE, MPD, VP, AVC, etc, es una tarea difícil, más cuando se quiere demostrar una tesis infranqueable: el Partido Comunista del Ecuador (PCE) jamás renunció a la lucha armada, nunca se ha alejado de los verdaderos intereses de las clases populares y más bien ha sintonizado con las aspiraciones e intereses de éstas, sobretodo cuando ahora es innegable que la elevación a categoría filosófica y a estrategia universal de la “guerra popular prolongada” ha sufrido varios infortunios, así como también “ser tan revolucionario que se vuelven reaccionarios”
Para comenzar, tenemos que hacer un poco de historia sobre las escisiones y rupturas de los Partidos Comunistas en América Latina (PC’s), sobre las luchas internas entre tesis ideológicas e intervencionismos “extraños” en el Komintern y en el Kominform. Cuando V. I. Lenin y el Partido Bolchevique encaminaron al heroico pueblo ruso hacia la construcción de una nueva sociedad –el resultado no es gravitante- se encontraron con la duda ideológica de la II Internacional, había quedado en “bancarrota” hace mucho tiempo la tesis del derrumbe mecánico del capitalismo, y se presentaba un nuevo paradigma de actuación revolucionaria en el mundo.
En marzo de 1919, el líder bolchevique organizó la III Internacional o la Internacional Comunista (Komintern), con la cual habían sobrevenido 21 puntos para la adhesión de cualquier sujeto político a la III Internacional, entre ellos la verdadera estructuración de un partido de clase proletaria y la promulgación de un nombre común entre todos estos sujetos políticos: Partido Comunista, que además quería significar una parte de la estrategia común de todo el proletariado hacia la revolución mundial. Así, sin abusar de la síntesis Joaquín Gallegos Lara definiría el programa de la III Internacional a partir del nombre en común que recibieron todos los sujetos políticos: un partido de clase de estrategia internacional pero que aborda a la táctica de la clase desde la perspectiva nacional, con sus problemas y circunstancias particulares
En 1931, la tendencia mayoritaria – no “una de las tendencias” como afirma casi en tono despectivo Rafael Quintero en su voluminosa obra, Ecuador: una nación en ciernes- en el seno del Partido Socialista Ecuatoriano adhiere a la III Internacional, ésta sección de la III Internacional: el Partido Comunista del Ecuador, como diría G. Lukács, realizará la “misión histórica del proletariado [que] consiste, pues, en apartarse de todo entendimiento ideológico con las otras clases y alcanzar su clara conciencia de clase sobre la base de la especificidad de la situación de clase y la autonomía de sus intereses clasistas, que derivan de aquella”, tengo que afirmar a riesgo de que no le guste al Partido Socialista- Frente Amplio (PS-FA lista 17) que la genuina herencia del socialismo en el Ecuador le corresponde al Partido Comunista, simplemente porque la composición de la tendencia que se separó del Partido Socialista Ecuatoriano, de ese entonces, estaba dada por casi todo el Comité Central del Partido entre ellos Ricardo Paredes, César Endara, Jesús Gualavisí, etc, fundadores y catalizadores de toda la efervescencia de las clases subalternas que irrumpían en la historia ecuatoriana
Temiendo más todavía el rencor de la “izquierda más izquierda que la ultra izquierda”, que ya rompe con la espacialidad y temporalidad de la mente de los simples militantes, debo afirmar también que el Partido Comunista del Ecuador abrigó la causa indígena desde sus inicios y no como una simple confusión entre la cuestión campesina y la cuestión étnica, más bien desde el reconocimiento de las particularidades de la cuestión nacional en la historia ecuatoriana, es decir desde la consideración del protagonismo fundamental de la estructura agraria campesina en el Ecuador y su sesgo étnico y cultural excluyente. El Partido Comunista del Ecuador construía desde esos momentos la conciencia nacional-popular-andina, pero también litoral, amazónica, latinoamericana porque desde antes entendíamos la inaplicabilidad de concepto de estado-nación europeo a nuestras sociedad plurinacionales y multiculturales
Empero, retomando el tema central, la presencia de tesis contrarias en el seno del Komintern, las de Trotski y Stalin, cada uno buscando la supremacía de la revolución internacional y la del socialismo en un solo país respectivamente escindirían al movimiento comunista, los unos guiados por la política del sectarismo de esas inolvidables palabras de J. Stalin catalogando a los socialistas de socialfascistas y los otros también guiados por un afán principista, sectario, pequeño burgués radicalizante que optó por el entrismo en la socialdemocracia o por el multifraccionamiento debido a debates estériles sobre supuestos o especulaciones –ejemplos hay varios, pero patéticos son los argentinos del Partido Obrero (PO), de la Corriente Socialista, MST1, MST2 .
En tanto, hay que anotar que las intenciones de la III Internacional se diluyeron en medio de la exégesis que realizaban Stalin y Trotski, por supuesto que las cosas no se quedaron ahí, Stalin habrá de proponer en forma un poco mecánica la transición de un modo de producción a otro en el desarrollo de las fuerzas productivas, a esto habrá de llamarse etapismo, seguidor apasionado de esto era Mao Tse-tung.
A decir verdad, el problema no radicaba en la aplicabilidad del etapismo, la historia nos ha demostrado que han existido transformaciones revolucionarias por etapas, la independencia de América Latina es un caso significativo, de alguna forma. Lo sustancial entonces era lo que había pasado antes de la proclamación del etapismo, esas inolvidables palabras de Stalin a los socialistas, la intransigencia y el sectarismo cuando los catalogó de socialfascistas, situación que heredará al PCCh y Mao Tse-tung
Hay que recordar que tal afirmación por parte de Stalin habría de posibilitar el ascenso al poder en Alemania del Partido Nacional Socialista (NAZI), pues, rompería con la unidad socialista-comunista en Alemania. Pero también hay que hablar del etapismo, que pasada la II Guerra Mundial se convertirá en política del movimiento comunista internacional, y a decir verdad el primero en aplicarla a la perfección será el PCCh de Mao Tse-tung
La Revolución China llegó posteriormente a la II Guerra Mundial, y se inició en 1912 antes de la misma, es decir que transitó en medio de las discordias del Komintern y la conformación del Kominform, en un principio se conformó una organización para la Liberación Nacional china cuyo nombre era el Kuomitang, con el propósito de destronar a la dinastía Qing y poner a China en el sendero del desarrollo capitalista, por ésta razón el Kuomitang era más bien un organización de carácter policlasista, más tarde inició su separación del Kuomitang el PCCh, y para 1921 iniciará su combate por la instalación de la Republica Popular, hasta ahí las cosas están muy bien, sin embargo hay que notar que entre tanto no se había logrado que China supere las subsistencias feudales y aún así se entablo la lucha por la instalación del socialismo a lo chino, acabando con la iniciativa privada de raíz y constituyendo un ejercito mayoritariamente campesino, esta característica habrá de predominar en forma distinta en todos los PC’s pro-chinos, el carácter pequeño-burgués, existe aquí una contradicción fatal para el devenir de la Revolución china y hará caer en al cuenta a muchos de una característica de los PC’s pro-chinos que tiene un contenido histórico, es la imposibilidad de la erradicación de la iniciativa privada totalmente cuando el substrato del Partido Comunista es el pequeño propietario, la única forma en ese caso para la erradicación de la iniciativa privada es el “garrote” y claro más tarde en la Revolución Cultural china habrá de exponerse en su forma más acabada
Había heredado el PCCh y Mao Tse-tung del momento histórico del Komintern y de Stalin la intransigencia, el sectarismo, su particular etapismo y por iniciativa propia perfeccionó su política del “garrote”, aún así no hay que desmerecer la figura combativa de aquel pueblo que luchó por su liberación en medio de eventos catastróficos de la primera mitad del siglo XX
Ahora, no tendría porque suscitar problema alguno el proceder soberano de un pueblo y un Partido en otros pueblos y otros Partidos, si acaso esta situación no hubiera sido tomada como excusa por algunos para dividir a las fuerzas populares agrupadas en un solo Partido. En el caso de América Latina, los PC’s eran grandes aparatos de lucha por la toma del poder, un ejemplo significativo es el de Argentina y Chile o México. En Ecuador, el Partido Comunista había agrupado a vastos sectores y después del método de error y aprendizaje había consumado una gran unidad para la toma del poder, con sectores obreros (CTE), campesinos-indígenas (FEI), estudiantiles (UNE, FESE, FEUE), e intelectuales (Generación del 30)
Pero, para los años 60’s se suscita una nueva división la corriente maoísta o marxista-leninista (ML), separa los esfuerzos por alcanzar la unidad popular y retrasa el proyecto comunista casi 40 años. Por supuesto, que la excusa era la lucha armada, y claro que no fue el único sector que abrigando las luchas heroicas de Cuba y Centroamérica se escudaron en la inevitabilidad de la lucha armada, ahí podemos citar a toda la rama intelectual/odie que aparecen solo para celebrar un año más de la Revolución cubana en la Fundación Guayasamín. También se señala la intervención de la CIA en los fraccionamientos de los PC’s.
En Ecuador, A P. Agee no le cabe la duda de la participación de la CIA en la escisión de los ML o maoístas, pues era él un agente infiltrado de la CIA, la corriente maoísta se separará definitivamente del PCE en 1963, alegando el abandono de la lucha armada por parte del Partido, sin embargo en el PROGRAMA POLÍTICO DEL PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR DE 1962 (un año antes que se separen!!!) en la parte correspondiente a las VÍAS DE LA REVOLUCIÓN EN EL ECUADOR se refiere a que lo más conveniente para nuestro país sería que la vía pacífica fuera aplicable -claro porque no creo que los comunistas por instinto tengamos sed de sangre- pero de frente a las circunstancias en que se desenvuelve la realidad en el Ecuador la VÍA PARA LA REVOLUCIÓN SERÁ LA NO PACÍFICA (refiriéndose a todas las expresiones de la vía no pacífica: insurrección, guerra de guerrillas, etc). No puedo comprender ahora la escisión si no es con la primera tesis de la intervención de la CIA, no me queda más, por más lamentable que sea.
Empero, desde luego que pueden alegar nuestra participación en algún movimiento armado o insurgente, les hago notar aquí, en forma de pregunta si acaso ha habido algún movimiento insurgente o armado u organización político-militar en el Ecuador, y déjenme responder de forma un poco apresurada desde la perspectiva de un simple militante, NO, todo aparte de los muertos del AVC son juegos militares y bombas panfletarias.
Jamás hemos abandonado la forma de lucha armada, es más hemos sostenido en momentos en que algunos dieron de baja a esta posible forma de lucha, que la ACERTADA COMBINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE LUCHA EN TODO LOS ESPACIOS DE LUCHA son la atinada vía a la Revolución Socialista en un país de forma provisional hasta alcanzar la revolución mundial
Haciendo eco de esta tesis, podemos afirmar que la historia nos ha dado la razón, pues, de forma singular sintonizamos con las aspiraciones de una sociedad caotizada por el modus operandi de la producción y reproducción del sistema capitalista en la sociedad globalizada, porque cuando algunos sostenían la parcelación del país y la “pesca a río revuelto” nosotros afirmábamos que era necesario–en el contexto de des-institucionalidad e ingobernabilidad que hacia más vulnerable a nuestro país a los designios Imperialistas de Estados Unidos; y en busca de resolver la cuestión nacional y a su vez resolverla vinculándola con la cuestión democrática, es decir superar a la vieja democracia ejercida por el Estado oligárquico hacia un nuevo tipo de democracia ejercido por un nuevo Estado que desarticule la base para la reproducción de la oligarquía y abra el camino a un progresivo avance al Socialismo, por la participación de las clases subalternas- “la conquista de un GOBIERNO DE CONCENTRACIÓN PARA LA SALVACIÓN NACIONAL que exprese a todos los sectores populares desplazando del poder a los sectores dominantes y que construya un ESTADO DEMOCRÁTICO, PLURINACIONAL, PLURICULTURAL Y DESCENTRALIZADO para renovar la sociedad ecuatoriana y alcanzar SOBERANÍA, DEMOCRACIA Y BIENESTAR”
Por lo tanto, cumpliendo con una máxima de la teoría marxista, que esta presente en el Manifiesto Comunista, y que muchos han tergiversado por leer en forma mal intencionada, la de resolver en primera instancia la cuestión nacional, porque solo la clase materialmente revolucionaria puede hacerlo, más todavía en las sociedades latinoamericanas donde ésta cuestión no está resuelta y de forma singular ha tenido que ver en este último siglo con la lucha por la democracia: “los obreros no tienen patria. No se les puede arrebatar lo que no poseen, por cuanto el proletariado debe en primer lugar conquistar el poder político, elevarse a la condición de clase nacional, constituirse en nación, todavía es nacional, aunque de ninguna manera en el sentido burgués”. No se lo hace de ninguna forma en el sentido burgués, porque comprendemos como afirmaría el emblemático Cmdte. Del FMLN Schafik Handal que la lucha por la REVOLUCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA solo puede ser librada en el marco de una transición a la REVOLUCIÓN SOCIALISTA y de forma que se parte de toda la estrategia para la consecución del Socialismo.
SOMOS COMUNISTAS!!!
Como conservar estas palabras sin llegar a ofender a ningún militante del PCMLE, JRE, MPD, VP, AVC, etc, es una tarea difícil, más cuando se quiere demostrar una tesis infranqueable: el Partido Comunista del Ecuador (PCE) jamás renunció a la lucha armada, nunca se ha alejado de los verdaderos intereses de las clases populares y más bien ha sintonizado con las aspiraciones e intereses de éstas, sobretodo cuando ahora es innegable que la elevación a categoría filosófica y a estrategia universal de la “guerra popular prolongada” ha sufrido varios infortunios, así como también “ser tan revolucionario que se vuelven reaccionarios”
Para comenzar, tenemos que hacer un poco de historia sobre las escisiones y rupturas de los Partidos Comunistas en América Latina (PC’s), sobre las luchas internas entre tesis ideológicas e intervencionismos “extraños” en el Komintern y en el Kominform. Cuando V. I. Lenin y el Partido Bolchevique encaminaron al heroico pueblo ruso hacia la construcción de una nueva sociedad –el resultado no es gravitante- se encontraron con la duda ideológica de la II Internacional, había quedado en “bancarrota” hace mucho tiempo la tesis del derrumbe mecánico del capitalismo, y se presentaba un nuevo paradigma de actuación revolucionaria en el mundo.
En marzo de 1919, el líder bolchevique organizó la III Internacional o la Internacional Comunista (Komintern), con la cual habían sobrevenido 21 puntos para la adhesión de cualquier sujeto político a la III Internacional, entre ellos la verdadera estructuración de un partido de clase proletaria y la promulgación de un nombre común entre todos estos sujetos políticos: Partido Comunista, que además quería significar una parte de la estrategia común de todo el proletariado hacia la revolución mundial. Así, sin abusar de la síntesis Joaquín Gallegos Lara definiría el programa de la III Internacional a partir del nombre en común que recibieron todos los sujetos políticos: un partido de clase de estrategia internacional pero que aborda a la táctica de la clase desde la perspectiva nacional, con sus problemas y circunstancias particulares
En 1931, la tendencia mayoritaria – no “una de las tendencias” como afirma casi en tono despectivo Rafael Quintero en su voluminosa obra, Ecuador: una nación en ciernes- en el seno del Partido Socialista Ecuatoriano adhiere a la III Internacional, ésta sección de la III Internacional: el Partido Comunista del Ecuador, como diría G. Lukács, realizará la “misión histórica del proletariado [que] consiste, pues, en apartarse de todo entendimiento ideológico con las otras clases y alcanzar su clara conciencia de clase sobre la base de la especificidad de la situación de clase y la autonomía de sus intereses clasistas, que derivan de aquella”, tengo que afirmar a riesgo de que no le guste al Partido Socialista- Frente Amplio (PS-FA lista 17) que la genuina herencia del socialismo en el Ecuador le corresponde al Partido Comunista, simplemente porque la composición de la tendencia que se separó del Partido Socialista Ecuatoriano, de ese entonces, estaba dada por casi todo el Comité Central del Partido entre ellos Ricardo Paredes, César Endara, Jesús Gualavisí, etc, fundadores y catalizadores de toda la efervescencia de las clases subalternas que irrumpían en la historia ecuatoriana
Temiendo más todavía el rencor de la “izquierda más izquierda que la ultra izquierda”, que ya rompe con la espacialidad y temporalidad de la mente de los simples militantes, debo afirmar también que el Partido Comunista del Ecuador abrigó la causa indígena desde sus inicios y no como una simple confusión entre la cuestión campesina y la cuestión étnica, más bien desde el reconocimiento de las particularidades de la cuestión nacional en la historia ecuatoriana, es decir desde la consideración del protagonismo fundamental de la estructura agraria campesina en el Ecuador y su sesgo étnico y cultural excluyente. El Partido Comunista del Ecuador construía desde esos momentos la conciencia nacional-popular-andina, pero también litoral, amazónica, latinoamericana porque desde antes entendíamos la inaplicabilidad de concepto de estado-nación europeo a nuestras sociedad plurinacionales y multiculturales
Empero, retomando el tema central, la presencia de tesis contrarias en el seno del Komintern, las de Trotski y Stalin, cada uno buscando la supremacía de la revolución internacional y la del socialismo en un solo país respectivamente escindirían al movimiento comunista, los unos guiados por la política del sectarismo de esas inolvidables palabras de J. Stalin catalogando a los socialistas de socialfascistas y los otros también guiados por un afán principista, sectario, pequeño burgués radicalizante que optó por el entrismo en la socialdemocracia o por el multifraccionamiento debido a debates estériles sobre supuestos o especulaciones –ejemplos hay varios, pero patéticos son los argentinos del Partido Obrero (PO), de la Corriente Socialista, MST1, MST2 .
En tanto, hay que anotar que las intenciones de la III Internacional se diluyeron en medio de la exégesis que realizaban Stalin y Trotski, por supuesto que las cosas no se quedaron ahí, Stalin habrá de proponer en forma un poco mecánica la transición de un modo de producción a otro en el desarrollo de las fuerzas productivas, a esto habrá de llamarse etapismo, seguidor apasionado de esto era Mao Tse-tung.
A decir verdad, el problema no radicaba en la aplicabilidad del etapismo, la historia nos ha demostrado que han existido transformaciones revolucionarias por etapas, la independencia de América Latina es un caso significativo, de alguna forma. Lo sustancial entonces era lo que había pasado antes de la proclamación del etapismo, esas inolvidables palabras de Stalin a los socialistas, la intransigencia y el sectarismo cuando los catalogó de socialfascistas, situación que heredará al PCCh y Mao Tse-tung
Hay que recordar que tal afirmación por parte de Stalin habría de posibilitar el ascenso al poder en Alemania del Partido Nacional Socialista (NAZI), pues, rompería con la unidad socialista-comunista en Alemania. Pero también hay que hablar del etapismo, que pasada la II Guerra Mundial se convertirá en política del movimiento comunista internacional, y a decir verdad el primero en aplicarla a la perfección será el PCCh de Mao Tse-tung
La Revolución China llegó posteriormente a la II Guerra Mundial, y se inició en 1912 antes de la misma, es decir que transitó en medio de las discordias del Komintern y la conformación del Kominform, en un principio se conformó una organización para la Liberación Nacional china cuyo nombre era el Kuomitang, con el propósito de destronar a la dinastía Qing y poner a China en el sendero del desarrollo capitalista, por ésta razón el Kuomitang era más bien un organización de carácter policlasista, más tarde inició su separación del Kuomitang el PCCh, y para 1921 iniciará su combate por la instalación de la Republica Popular, hasta ahí las cosas están muy bien, sin embargo hay que notar que entre tanto no se había logrado que China supere las subsistencias feudales y aún así se entablo la lucha por la instalación del socialismo a lo chino, acabando con la iniciativa privada de raíz y constituyendo un ejercito mayoritariamente campesino, esta característica habrá de predominar en forma distinta en todos los PC’s pro-chinos, el carácter pequeño-burgués, existe aquí una contradicción fatal para el devenir de la Revolución china y hará caer en al cuenta a muchos de una característica de los PC’s pro-chinos que tiene un contenido histórico, es la imposibilidad de la erradicación de la iniciativa privada totalmente cuando el substrato del Partido Comunista es el pequeño propietario, la única forma en ese caso para la erradicación de la iniciativa privada es el “garrote” y claro más tarde en la Revolución Cultural china habrá de exponerse en su forma más acabada
Había heredado el PCCh y Mao Tse-tung del momento histórico del Komintern y de Stalin la intransigencia, el sectarismo, su particular etapismo y por iniciativa propia perfeccionó su política del “garrote”, aún así no hay que desmerecer la figura combativa de aquel pueblo que luchó por su liberación en medio de eventos catastróficos de la primera mitad del siglo XX
Ahora, no tendría porque suscitar problema alguno el proceder soberano de un pueblo y un Partido en otros pueblos y otros Partidos, si acaso esta situación no hubiera sido tomada como excusa por algunos para dividir a las fuerzas populares agrupadas en un solo Partido. En el caso de América Latina, los PC’s eran grandes aparatos de lucha por la toma del poder, un ejemplo significativo es el de Argentina y Chile o México. En Ecuador, el Partido Comunista había agrupado a vastos sectores y después del método de error y aprendizaje había consumado una gran unidad para la toma del poder, con sectores obreros (CTE), campesinos-indígenas (FEI), estudiantiles (UNE, FESE, FEUE), e intelectuales (Generación del 30)
Pero, para los años 60’s se suscita una nueva división la corriente maoísta o marxista-leninista (ML), separa los esfuerzos por alcanzar la unidad popular y retrasa el proyecto comunista casi 40 años. Por supuesto, que la excusa era la lucha armada, y claro que no fue el único sector que abrigando las luchas heroicas de Cuba y Centroamérica se escudaron en la inevitabilidad de la lucha armada, ahí podemos citar a toda la rama intelectual/odie que aparecen solo para celebrar un año más de la Revolución cubana en la Fundación Guayasamín. También se señala la intervención de la CIA en los fraccionamientos de los PC’s.
En Ecuador, A P. Agee no le cabe la duda de la participación de la CIA en la escisión de los ML o maoístas, pues era él un agente infiltrado de la CIA, la corriente maoísta se separará definitivamente del PCE en 1963, alegando el abandono de la lucha armada por parte del Partido, sin embargo en el PROGRAMA POLÍTICO DEL PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR DE 1962 (un año antes que se separen!!!) en la parte correspondiente a las VÍAS DE LA REVOLUCIÓN EN EL ECUADOR se refiere a que lo más conveniente para nuestro país sería que la vía pacífica fuera aplicable -claro porque no creo que los comunistas por instinto tengamos sed de sangre- pero de frente a las circunstancias en que se desenvuelve la realidad en el Ecuador la VÍA PARA LA REVOLUCIÓN SERÁ LA NO PACÍFICA (refiriéndose a todas las expresiones de la vía no pacífica: insurrección, guerra de guerrillas, etc). No puedo comprender ahora la escisión si no es con la primera tesis de la intervención de la CIA, no me queda más, por más lamentable que sea.
Empero, desde luego que pueden alegar nuestra participación en algún movimiento armado o insurgente, les hago notar aquí, en forma de pregunta si acaso ha habido algún movimiento insurgente o armado u organización político-militar en el Ecuador, y déjenme responder de forma un poco apresurada desde la perspectiva de un simple militante, NO, todo aparte de los muertos del AVC son juegos militares y bombas panfletarias.
Jamás hemos abandonado la forma de lucha armada, es más hemos sostenido en momentos en que algunos dieron de baja a esta posible forma de lucha, que la ACERTADA COMBINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE LUCHA EN TODO LOS ESPACIOS DE LUCHA son la atinada vía a la Revolución Socialista en un país de forma provisional hasta alcanzar la revolución mundial
Haciendo eco de esta tesis, podemos afirmar que la historia nos ha dado la razón, pues, de forma singular sintonizamos con las aspiraciones de una sociedad caotizada por el modus operandi de la producción y reproducción del sistema capitalista en la sociedad globalizada, porque cuando algunos sostenían la parcelación del país y la “pesca a río revuelto” nosotros afirmábamos que era necesario–en el contexto de des-institucionalidad e ingobernabilidad que hacia más vulnerable a nuestro país a los designios Imperialistas de Estados Unidos; y en busca de resolver la cuestión nacional y a su vez resolverla vinculándola con la cuestión democrática, es decir superar a la vieja democracia ejercida por el Estado oligárquico hacia un nuevo tipo de democracia ejercido por un nuevo Estado que desarticule la base para la reproducción de la oligarquía y abra el camino a un progresivo avance al Socialismo, por la participación de las clases subalternas- “la conquista de un GOBIERNO DE CONCENTRACIÓN PARA LA SALVACIÓN NACIONAL que exprese a todos los sectores populares desplazando del poder a los sectores dominantes y que construya un ESTADO DEMOCRÁTICO, PLURINACIONAL, PLURICULTURAL Y DESCENTRALIZADO para renovar la sociedad ecuatoriana y alcanzar SOBERANÍA, DEMOCRACIA Y BIENESTAR”
Por lo tanto, cumpliendo con una máxima de la teoría marxista, que esta presente en el Manifiesto Comunista, y que muchos han tergiversado por leer en forma mal intencionada, la de resolver en primera instancia la cuestión nacional, porque solo la clase materialmente revolucionaria puede hacerlo, más todavía en las sociedades latinoamericanas donde ésta cuestión no está resuelta y de forma singular ha tenido que ver en este último siglo con la lucha por la democracia: “los obreros no tienen patria. No se les puede arrebatar lo que no poseen, por cuanto el proletariado debe en primer lugar conquistar el poder político, elevarse a la condición de clase nacional, constituirse en nación, todavía es nacional, aunque de ninguna manera en el sentido burgués”. No se lo hace de ninguna forma en el sentido burgués, porque comprendemos como afirmaría el emblemático Cmdte. Del FMLN Schafik Handal que la lucha por la REVOLUCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA solo puede ser librada en el marco de una transición a la REVOLUCIÓN SOCIALISTA y de forma que se parte de toda la estrategia para la consecución del Socialismo.
SOMOS COMUNISTAS!!!