Por: Juan Francisco Torres
Juventud Comunista del Ecuador (CPP)
Juventud Comunista del Ecuador (CPP)
El poder ideológico y la influencia que han adquirido los medios de comunicación en la sociedad, los ha convertido en entes fundamentales para la dirección subjetiva del pensamiento colectivo, guiados siempre por intereses particulares, transformando los sucesos ocurridos en el mundo real para su conveniencia y posteriormente transmitidos por los Mass Media con el fin de influir en la población.
Analicemos un caso específico, el caso de Teleamazonas.
Comenzaremos diciendo que todos los medios de comunicación están íntimamente relacionados con el mercado, con negocios y con un capital, siendo este último financiado y patrocinado por grandes monopolios oligárquicos que dominan económicamente al país.
Pero, quiénes y qué grupos económicos interviene en Teleamazonas… Según la revista “Textos y Contextos” N°5 de la Universidad Central del Ecuador, ubica al “lindo” canal en poder del grupo Egas Grijalva y Granda Centeno.
El Grupo Egas Grijalva aparte de tener acciones en Teleamazonas posee en otros medios de comunicación como: Revista Mundo Diners, Revista Económica Gestión, Revista SOHO, Revista Fucsia, Revista Gente, etc. Pero lo más alarmante es la vinculación económica y de mercancía que posee con círculos empresariales y bancarios como: Banco del Pichincha, Diners tarjeta de crédito, Distribuidora de Autos Alfa Romeo, Consorcio del Pichincha, Ecua hábitat, Banco Rumiñahui, Banco de Loja, etc.
Mientras que Granda Centeno tiene acciones en Radio Colón y Marconi S. A.
Esta pequeña investigación nos lleva a la conclusión de que no existe la llamada “libertad” de expresión, y peor en el caso de Teleamazonas”; siendo los más perjudicados los usuarios de los medios, porque las verdades a ellos emitidas son media verdades, con lo que distraen su atención y ocultan su verdadera información. No se quiere admitir pero aquí también radica una de las causas del caos político, moral y cultural que vive el país. (Textos y Contextos), peor aún hablar de “objetividad” y “neutralidad” que no existe en el periodista.
Ya que hablamos de periodistas, analicemos la función de los “abanderados” de Teleamazonas: Jorge Ortiz y Bernardo Abad. Estos personajes, antes de ser periodistas en el lugar donde trabajan son empleados, explotados y oprimidos; los cuales reciben y acatan ordenes de un reglamento interno basado en la conveniencia de los dueños del canal en este caso Granda Centeno y Egas, por lo que estos “periodistas” no son más que simples interlocutores de agentes externos, que no poseen una autónoma e independiente libertad de información y difusión.
Más aún, defienden su posición porque tienen que legitimar cada determinado tiempo la profesión de la que viven y muchas veces a consecuencia de la desgracia ajena pregonando sus caridades como el caso de Bernardo Abad.
Pero quizá, el acto más inmundo es la sinvergüencería con la que se ha manejado económicamente este medio de comunicación, truncando al pueblo ecuatoriano durante siete años al invadir los impuestos. El director del Servicio de Rentas Internas, (SRI) Carlos Marx Carrasco, ha reiterado que "Teleamazonas no ha pagado ni un centavo de impuestos en siete años". No ha pagado, en siete años consecutivos, "ni un solo centavo de impuestos". Sin embargo es muy extraño que un negocio que no tenga un superávit se mantenga funcionando por tanto tiempo.
Por otro lado, en la actual fase neoliberal y de gran avance tecnológico, los medios de comunicación se encuentran adheridos a los proceso de control capitalista. El proceso técnico dice –Marcuse- se ha convertido en un nuevo sistema de explotación y dominio, un sistema que ya nadie se enfrenta, sino que es aceptado pasivamente por todas las clases sociales.
El desarrollo técnico y tecnológico es un nuevo sistema de dominio, organizado de tal manera que cohesiona en gran medida con el sistema industrializado.
En cuanto al manejo del discurso neoliberal, Teleamazonas ha sido el tutor que continuamente intenta desprestigiar el sector social, popular y estatal, glorificando a una corrupta empresa privada manejada por banqueros.
Sin embargo, en estos últimos días donde el gobierno ecuatoriano intenta hacer respetar las leyes sobre el funcionamiento de los medios de comunicación, Teleamazonas ha protestado sobre una supuesta persecución, ya que es el canal más afectado, por su inoperancia y mediocridad comunicacional, intentando auto-considerarse víctimas, cobijados cobardemente por una supuesta libertad de información.
Pero en fin, nos damos cuenta que no ha sido un “lindo” canal sabemos que lo hacen por su incapacidad moral de no poseer una libertad de expresión y sobre todo porque se encuentran encadenados en la opresión de garantizar sus sueldos pero enajenados de su trabajo y de la verdadera libertad.
