Samuel Huntington planteaba en su Choque de Civilizaciones que:
“Los estados-nación seguirán siendo los actores más poderosos del panorama internacional, pero los principales conflictos de la política global ocurrirán entre naciones y grupos de naciones pertenecientes a diferentes civilizaciones. El choque de civilizaciones dominará la política global. Las fallas entre las civilizaciones serán los frentes de batalla del futuro.
Los sucesos que vienen ocurriendo en el Mundo Árabe graficarían las apreciaciones empíricas de Huntington, sin embargo si vamos más a fondo. ¿A qué se debe este fenómeno?, ¿Puede ser solamente la respuesta intolerante a un insulto occidental al profeta Mahoma?, ¿Hay acaso conexión entre este fenómeno y los cacerolazos fascistoides en Buenos Aires?. Si confrontamos los hechos político-electorales que ocurren en Estados Unidos, cuyas fuerzas electorales (Republicanos y Demócratas) se enfrentan con todo el arsenal ideológico, podemos afirmar que Inocencia de los Musulmanes es parte del complejo ideológico conservador de los grupos más reaccionarios de Estados Unidos, que buscan legitimar las incursiones guerristas de Estados Unidos y Aliados al Medio Oriente, pues hay que generar consenso adecuado para que la población civil norteamericana apoye las incursiones, pero todo esto sospechosamente no lo logra la película, sino la reacción “desenfadada” del pueblo musulman, quienes deben estar categorizados dentro de la barbarie para alentar la civilización de estos territorios, sospechosamente Hilary Clinton condena la ridiculización de Mahoma, pero así mismo condena la muerte de su Embajador en Bengasí, muerto inciertamente a manos de un grupo armado, en un país plagado de mercenarios, introducidos por los Estados Unidos y Aliados.
Una serie de sucesos sospechosamente están dando la razón a los sectores más conservadores de Estados Unidos, pues cual debe ser la reacción de los ciudadanos norteamericanos frente al asalto a sus Embajadas, “solamente por la proyección de una película”, acaso no resulta curioso, como se presentan los hechos, arriesgar una pequeña población norteamericana de burócratas para disponer una nueva ofensiva guerrista sobre los territorios árabes. Podemos afirmar, que existe una contraofensiva norteamericana, en busca de afianzar la recuperación estratégica del modelo capitalista.
Los hechos que pueden estar diametralmente opuestos, están ahora conectados, pues, el asalto a Medio Oriente, desde el asesinato de Muhamar Al Gadafi a la incursión en Siria, están relacionados al golpe de Estado en Paraguay, y las marchas fascistoides en Buenos Aires, como al impulso conspirador de Capriles en Venezuela, todos estos manejan la misma matriz discursiva, que se denuncia abiertamente por la reinstalación del modelo de acumulación neoliberal, y por la destrucción a su paso de un gran contingente de fuerza productiva.
No es raro escuchar que detrás de todos los intentos de recuperación estratégica del capitalismo, está la anunciada recomposición del mercado internacional, la recuperación del dólar en el concierto mundial, no es raro escuchar, a especialistas económicos abogar por la “libre flotación del dólar en Argentina”, por ejemplo, o sancionar como inmoral, la compra de deuda de países de Europa, por parte del Banco Europeo, desde la perspectiva de los intereses norteamericanos resulta indispensable la reinstalación de su hegemonía.
Siguiendo esta matriz discursiva, podemos ver que se instala con diferentes formas en las sociedades. En América Latina se ha posicionado bajo la tutela de la “lucha a la inseguridad, y a la delincuencia, por la recuperación de la verdadera democracia, etc”, ha tomado posición y se enquista en todos los sectores de la sociedad, degenerando en respuestas fascistas, como cacerolazos y movilizaciones en donde sin estupor se levantan esvásticas, y se amenaza de muerte a dirigentes sociales. Se va posicionando territorialmente, y nos demuestra la evidencia que no hay respuesta territorial, no la hubo en Paraguay, no la hay en Buenos Aires, ¿Habrá la posibilidad de una respuesta territorial a manifestaciones parecidas?, ciertamente es difícil sino hay un apuntalamiento de nuevos objetivos políticos por parte de las organizaciones sociales: la construcción del poder popular, debe estar alimentada por la lucha concreta en los niveles más reales de la política, es necesario entonces territorialmente apuntalar el discurso político de la organización. Hay que crecer como Juventud Comunista, como Partido Comunista, definiendo nuestra postura en todos los sectores que han sido ya articulados a la lógica territorial. Crecer con las masas, recuperar el sentido original de nuestra luchas, reconocer nuestras fallas, y hacer nuestras las criticas que puden debilitarnos, haciéndolas autocríticas.
Quito, 18 de septiembre de 2012
Comité Provincial de Pichincha
Quito, 18 de septiembre de 2012
Comité Provincial de Pichincha
Juventud Comunista del Ecuador