Como punto de partida para la discusión se tomó el artículo del último boletín enviado por el CPP que tenía como argumento principal la recuperación de los espacios públicos en el Distrito Metropolitano de Quito, resaltando el escaso direccionamiento que existe para nuestros espacios de influencia como son los valles de Rumiñahui y Mejía, visualizando los diferentes contextos políticos de nuestros sectores. Desde que el centro inició el acercamiento político consideramos que el proceso de la “Revolución Ciudadana” en cierta medida es epidérmico en estas zonas.
En Rumiñahui existe una lógica de urbanización con fines netamente económicos, es decir, sectores políticos de ultraderecha hacen alianzas con los gobernantes locales para construir vías que favorezcan el tránsito a shoppings y clubs privados, destruyendo y desplazando espacios destinados a la recreación sana por ejemplo: bosques, parques, balnearios propios del valle, instaurando una lógica “metropolitana” en los habitantes y propendiendo a la privatización de las ciudades-valles.
Por otro lado en Mejía existe el arraigamiento de sectores políticos ultra-conservadores y de derecha que han impedido la consolidación del proceso que lleva a cabo el partido de gobierno AP. Por ejemplo a sectores como los microempresarios no llega el apoyo provincial y municipal, tomando en cuenta que esta zona es netamente agrícola y agropecuaria, núcleo del consumo interno del país.
A consecuencia de estos contextos la participación de las organizaciones es bastante limitada hasta cierto punto dispersa del proceso, pero el punto positivo es que la escasa organización que existe ha logrado mantener formas de cooperativismo: mingas, ferias comunitarias, etc.
Pero al mismo tiempo la falta de una verdadera participación de la comunidad hace que ideologías de herencia colonial se mantengan alimentadas con las formas ideológicas capitalistas y se diluya la organización cooperativa y por tanto la discusión política.
En estos espacios muy valiosos es necesaria la instauración de un proceso de agitación de conciencias, como primer paso para construir una plataforma política clara y que atienda a las necesidades inmediatas de estos cantones, que ayuden a la alimentación y precisión de nuestro programa.